Bienestar

Ni azúcar ni sacarina: los beneficios de tomar café sin edulcorantes

Los expertos en salud anuncian una mejora en el rendimiento del cuerpo gracias a su consumo natural

  • Sirviendo una taza de café -

El café es una de las bebidas más habituales entre la población mundial. Al principio estaba considerada como una bebida religiosa en la zona de la actual Etiopía, tiempo antes de su expansión al resto de África y Arabia. También llegó a ser un estimulante necesario para los guerreros, dado que supuestamente el café dotaba de mayor fuerza a quienes lo tomaban, tratándose además de una bebida con poderes medicinales sobrenaturales. De ahí su apelación hacia aquellos que se preparaban para una batalla.

No fue, sin embargo, hasta el siglo XV cuando nuestro continente entrara en juego. A través de su comercio y las numerosas peregrinaciones, el café empezó a cultivarse también en Europa. Desde ahí viajó a las colonias de América y Asia, asentándose finalmente como una de las bebidas sociales por excelencia en todo el mundo.

Al igual que todo, el café tiene riesgos a la par de beneficios. Por ejemplo, una dosis elevada diaria de cafeína puede derivar, entre otras consecuencias, en problemas de inquietud, insomnio, temblores o dolores de cabeza. Pero eso no quita que el café también contemple una larga lista de beneficios para la salud, potenciados en su mayoría al ser tomado sin azúcares ni sacarinas, al igual que ocurre en los refrescos. Por ejemplo, muchos estudios han documentado los efectos positivos de la cafeína como potenciador cognitivo. A continuación, te contamos cuáles son el resto de beneficios de tomar café sin edulcorantes.

Beneficios del café sin edulcorantes

En primer lugar, el café mejora la memoria. Así lo recoge un estudio publicado en la revista Nature Neurosciencerealizado en la Universidad John Hopkins de Baltimore (Estados Unidos). En él se explica cómo el consumo regular mejora la conexión entre las neuronas de nuestro hipocampo y de otras regiones del cerebro que aumentan la capacidad receptiva y su prolongación en el tiempo.

Otros beneficios que también concluye la investigación estadounidense ponen en valor la importancia de la cafeína. Entre otras funciones, esta contribuye a evitar la obstrucción de las arterias y se trata de una potente fuente de antioxidantes, de tal manera que protege al organismo contra efectos radicales.

Al tratarse de una bebida baja en calorías y grasas, el café también ayuda a la pérdida de peso, acelerando el metabolismo basal y aumentando la termogénesis, el proceso por el que el cuerpo genera calor. Además, su consumo sin azúcar es algo fructífero tanto para el estómago como para el hígado. El café elimina las bacterias y toxinas presentes en el primero de estos y detiene el crecimiento de parásitos dañinos que podrían ocasionar problemas estomacales. En cuanto al segundo, su ingesta ayuda a la prevención de cánceres que suelen aparecer en dicho órgano.

Efectos secundarios podrían ser el control y mantenimiento de un corazón sano (en relación con el aumento del metabolismo y el buen funcionamiento del cuerpo) y la disminución de la celulitis. El café, como principal activador de la circulación sanguínea del organismo, permite también reducir la formación de depósitos de grasas en zonas de todo el cuerpo. El hecho de no tomar azúcares añadidos expone otra consecuencia más: la prevención de la caries dental.

Por otro lado, un estudio de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro que brinda atención médica y de primera clase, también apunta a una posible asociación de causalidad entre el consumo de café y la disminución de la mortalidad. Así, esta bebida puede ofrecer alguna protección contra enfermedades como el Parkinson, la Diabetes tipo 2 (incapacidad del cuerpo para controlar los niveles de azúcar e insulina en la sangre), contra enfermedades hepáticas (como el caso del cáncer de hígado) o incluso contra ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares.

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