Durante la pandemia los casados han quedado con sus amantes como en época pre-covid. Es decir, que tu pareja, aunque vuelva a casa a una hora razonable por la noche desde hace meses, continúa viéndose con su(s) otro(s) amorcito(s), si los tuviera. De hecho, todo el mundo sabe que a la hora de comer, los hoteles están a rebosar de parejas clandestinas. Y es posible que tu marido o mujer sea uno de esos clientes.
Los que nunca han cometido una infidelidad se extrañan ante esto: ¿cómo es posible que si quieren a su pareja se acuesten con otra persona? ¿Acaso lo hacen porque les falta algo en su matrimonio? ¿Habrá casados que sólo pongan los cuernos por vicio?
Aunque cada uno es de su padre y de su madre, hay ciertas razones que llevan a un casado a serle infiel a su amorcito. Y lo has adivinado: el motivo principal es el sexo insatisfactorio. Al menos eso es lo que revela el informe El amante, una clave fundamental para tu matrimonio, realizado por Ashley Madison entre más de 2.800 miembros casados de su comunidad.
Los casados revelan por qué le ponen los cuernos a su pareja: el sexo es lo principal
Todos sabemos que el (buen) sexo no sólo tiene un fuerte impacto positivo en el bienestar físico (mejora la salud del corazón, el sistema inmunológico y el estado físico en general), sino que también aumenta la felicidad, alivia el estrés y promueve la unión y la intimidad entre las parejas.
Sin embargo, mantener la llama de la pasión durante años es difícil, y al final nos encontramos con muchas personas casadas que requieren sexo frecuente pero que se encuentran insatisfechas por su cónyuge. Y ya se sabe: lo que uno no tiene en casa lo busca fuera.
Una de las principales motivaciones detrás de la decisión de tener un amante es una vida sexual marital insatisfactoria
"Una de las principales motivaciones detrás de la decisión de tener un amante es una vida sexual marital insatisfactoria. Ya sea que eso signifique sexo no placentero, sexo placentero pero poco frecuente o repetitivo, o nada de sexo, todo se reduce al hecho de que las personas casadas necesitan más de lo que su cónyuge puede darles. Darse cuenta de ello a menudo conduce a la búsqueda de un compañero sexual", nos cuenta Christoph Kraemer, director general de la mencionada web.
El mencionado informa ha revelado cuatro hallazgos clave que explican por qué uno de sus miembros sale a buscar sexo fuera de casa:
El matrimonio genera demasiada familiaridad
Muchas personas casadas experimentan una desconexión entre ellas y su cónyuge cuando se trata de necesidades y satisfacción sexual. Por ejemplo, el 53% de los encuestados españoles dice que su cónyuge es reacio a probar cosas nuevas en la cama, el 64% dice que no hay pasión entre ellos, el 52% dice que no hay variedad y el 60% carece de frecuencia.
Poco o nada de sexo
Al respecto de lo anterior, en algunos matrimonios el sexo no sólo disminuye, sino que desaparece por completo. En España, de hecho, el 33% no ha dormido con su cónyuge desde hace por lo menos 1 año, y el 42% no lo ha hecho en los últimos 5 años o más.
El amante te recuerda quién eras
Todos cambiamos tras formar una familia. Dejamos de ser seres individuales para convertirnos en esposo, esposa, padre, madre... y todas las responsabilidades y cargas (ojo, también alegrías) que eso conlleva. Todo esto, sin embargo, va haciéndonos ser diferentes a quienes éramos, y ese verdadero yo es el que sale a relucir cuando uno se olvida de en quién se ha convertido.
En algunos matrimonios el sexo no sólo disminuye, sino que desaparece por completo. En España, de hecho, el 33% no ha dormido con su cónyuge desde hace por lo menos 1 año, y el 42% no lo ha hecho en los últimos 5 años o más
Al respecto, el informe detalla que un 26% aprendió a través de sus infidelidades que su libido era más alta de lo que pensaban, y el 25% se dio cuenta de que lo que pensaba que era una aversión al sexo en general era en realidad una aversión al sexo con su cónyuge. Además, la infidelidad a menudo puede introducir nuevos comportamientos, mientras que la verdadera naturaleza de la destreza sexual de uno sale a la luz. Nuevas posiciones (67%) y usar juguetes sexuales (49%) son solo algunos ejemplos de lo que los casados han podido aportar a su vida sexual con el otro o la otra.
Sentirse deseado
A todos nos gusta sentirnos deseados, y esto es algo que se va perdiendo en los matrimonios. Te pones guapo y ni se entera tu pareja o te compras un vestido sexy y no te toca ni con un palo. Esto va mermando la autoestima de uno y al final busca fuera ese aprecio que no tiene en casa.
De hecho, cuando se preguntó a los casados que cuál el motivo que les ha llevado a cometer una infidelidad, un 24% afirmó que el motivo es que dejó de tener relaciones con sus cónyuges, un 29% porque necesitaba mas frecuencia sexual de la que sus parejas podían ofrecerle y que un 19% porque necesitaba sentirse deseado otra vez.
Como vemos, a medida que pasa el tiempo y asoma la monotonía, el matrimonio acaba por ser decepcionante. No siempre y no todos, pero al final es difícil que una relación conyugal se mantenga siempre en el punto álgido de sus comienzos. Esto es, al menos, lo que explica por qué muchos casados se divierten sin su pareja fuera de casa.