Inmersos en el verano, son muchos los que ya disfrutan de unos merecidos días de descanso mientras otros tachan días en el calendario a la espera de las ansiadas vacaciones. Sin embargo, en esta temporada, a pesar de ser la favorita de muchas personas, también es habitual sentir las piernas hinchadas, pesadas y doloridas.
El exceso de calor del verano dilata las venas y los capilares, provocando un retorno venoso menos eficiente. Aunque se trata de un proceso del organismo para regular la temperatura corporal, favorece la retención de líquidos provocando una incómoda hinchazón de piernas y tobillos.
Aunque no suele conllevar problemas graves de salud, es recomendable consultar al médico. Y es que, aunque en la mayoría de los casos las piernas hinchadas se deben a un problema circulatorio, también puede estar relacionado con patologías cardíacas o renales, en cuyo caso será un especialista quien valore y decida la mejor manera de tratarlo. Por ello, es importante descartar problemas mayores de circulación.
Tanto hombres como mujeres pueden verse afectados y notar las piernas hinchadas durante los meses de más calor, aunque, tal y como aseguran los expertos, son las mujeres las que por motivos hormonales más lo sufren. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología apunta a la edad como otro factor relevante: “A mayor edad, mayor posibilidad de tener mala circulación y que este problema (las piernas hinchadas) esté más agravado”.
Consejos para aliviar las piernas hinchadas
Aunque los expertos apuntan a diversos factores como causas que ocasionan las piernas hinchadas, como el sobrepeso, la vida sedentaria o el tabaquismo, los problemas circulatorio son los más habituales, y existen algunas recomendaciones para aliviar esta molestia.
Por tanto, descartados otros problemas de salud, te desvelamos algunos consejos para estimular la circulación de las piernas y librarte de la desagradable pesadez.
- Practica algún tipo de ejercicio ligero: caminar o montar en bicicleta ayuda a activar la circulación y evitar las piernas hinchadas. Otras prácticas como el yoga también favorecen la circulación. Es importante evitar pasar mucho tiempo sentado.
- Eleva las piernas: es recomendable tumbarse boca arriba con las piernas elevadas por encima del nivel de la cabeza para que la sangre fluya más fácilmente hacia el corazón.
- Dieta sana y equilibrada: nuestra alimentación también influye en la circulación, por lo que es importante evitar las comidas pesadas y grasas que afectan a los vasos sanguíneos y basar nuestra dieta en frutas y verduras. También es necesario limitar la ingesta de sal, que favorece la retención de líquidos, y de alimentos ricos en sodio como los snacks comerciales, las comidas precocinadas y otros como los embutidos. Evita también el exceso de azúcar.
- Evitar el tabaco: tal y como aseguran los expertos, fumar no solo es malo para la salud pulmonar, también para otros aspectos como la circulación sanguínea.
- Manten una buena hidratación: es importante beber la suficiente agua para que el cuerpo no sufra de deshidratación, algo importante sobre todo los meses de calor, y para que la sangre fluya correctamente.
- Si se pasa mucho tiempo de pie, se puede estimular la circulación poniéndose de puntillas o dando pequeños saltos de vez en cuando.
- Evitar calzados que aprieten o que tengan mucho tacón ya que la presión o tensión hace que se compriman las venas y se entorpezca la circulación sanguínea.
- No utilizar ropa muy apretada que obstruya el retorno venoso.
- Duchas de agua fría: refrescar las piernas y los pies con agua fría no solo ayuda a bajar la temperatura, también alivia la sensación de pesadez y activa la circulación.
- Evitar la exposición solar durante mucho tiempo y en las horas de más calor, ya que aumenta la temperatura en las piernas e incrementa el efecto vasodilatador sobre los capilares sanguíneos.
- Uso de cosméticos específicos: existen números productos en el mercado diseñados especialmente para tratar el problema de las piernas hinchadas cansadas y que ayudan a aliviar las molestias.
- Evita cruzar las piernas durante mucho rato, ya que aumenta la presión sanguínea.