Aunque la masturbación femenina ha experimentado un boom, son muchas las mujeres que siguen haciéndose estas preguntas: ¿Por qué al masturbarme no estoy cómoda cuando me toco? ¿Por qué no siento tanto placer como ‘debería’? Según un estudio reciente, el 90 por ciento de las mujeres se masturban, aunque no todas disfrutan al completo del sexo o no llegan a sentirse cómodas en el momento preciso de llegar a sentir satisfacción plena. ¿Por qué sucede esto?
La masturbación femenina sigue siendo un tabú, un tema del que no se habla abiertamente y ante la pregunta de ‘¿por qué no disfruto tanto como debería?’, muchas veces no hay una única respuesta válida. Hay mujeres a las que el sexo no les interesa demasiado; otras que pasan por un periodo en el que no tienen la cabeza para orgasmos y otras que disfrutan al máximo de su cuerpo ya sea solas o en pareja. Todas son opciones válidas y lo importante es que la persona en cuestión se sienta bien y eso no le produzca ningún tipo de frustración o ansiedad.
Cada cuerpo es diferente, pero debemos saber que no hay nada malo en sentir placer, en conocer nuestro cuerpo a fondo y en buscar aquello que nos haga sentir satisfacción. Si estás sola, prueba con juguetes sexuales o hazlo tú sola; si tienes pareja, háblalo y di a la otra persona qué es lo que quieres que te haga para llegar al orgasmo y sentirte satisfecha.
Haz de la masturbación un placer
Orgasmo no es sinónimo de placer. Existe una diferencia importante entre ausencia de orgasmo y ausencia de placer. “La ausencia de orgasmo (anorgasmia) no significa que no puedas disfrutar del placer”, nos cuenta Laurène Dorléac, CEO de Climax. “El orgasmo es normalmente el momento apoteósico de la actividad sexual, pero no siempre es así. Muchas mujeres pueden encontrar satisfactorias las relaciones sexuales incluso sin llegar al orgasmo”, añade.
La ausencia de deseo sexual no es un problema si lo aceptas como lo que es. Sin embargo, sí que puede ser un problema cuando se convierte en frustración. Por eso, es fundamental tener claro que cada mujer es un mundo y que lo que le sirve a una, puede que no le sirva a otra. No sigas al pie de la letra las ‘recomendaciones’ por ejemplo de una amiga porque puede que a ella le sirva y a ti, no.
¿Estimulación interna o externa? Hay una gran falta de conocimiento cuando se habla del placer femenino. “Mucha gente tiende a pensar que la penetración es la mejor forma de disfrutar. Aunque esto puede ser cierto para los hombres, ¡no necesariamente lo es para las mujeres!”, afirma la experta. Según la encuesta de IFOP de 2019, se estima que entre el 20 y el 30 por ciento de las mujeres alcanza el orgasmo solo con penetración vaginal, lo que significa que entre el 70 y el 80 por ciento de las mujeres necesita estimulación externa en el clítoris para sentir estas sensaciones.
Es posible que solo consigas sentir placer en pareja porque necesitas una conexión emocional para excitarte o para llegar al final, o que solo disfrutes con la penetración y en el clítoris no sientas nada. Al final, la sexualidad no es como la sociedad -y mucho menos como nos pintan las películas-, nos hace creer.
De hecho, según esa misma encuesta, dos de cada tres mujeres admiten haber fingido un orgasmo durante su vida; el 67 por ciento de las menores de 30 años confiesan haber fingido ya con su pareja y el 78 por ciento admite haber tenido dificultades para alcanzar el orgasmo.
No tengas miedo a conocerte. ¿Sabías que una de cada cuatro chicas jóvenes no saben que tienen clítoris y mucho menos que su función es sentir placer? Si quieres conocer mejor tu anatomía, ¡atrévete a autoexplorarte! “Los genitales femeninos son menos visibles desde fuera que los masculinos y para conocerlos se puede utilizar un espejo y localizar dónde está el clítoris”, recomienda la experta.
Laurène invita a “experimentar tus fantasías y descubrir nuevas zonas erógenas. Masturbarse es humano, no tenemos que sentir vergüenza”. Y continúa: “El resto vendrá de forma natural con la experiencia. Y esto promoverá un círculo virtuoso: al disfrutar gradualmente gracias al autoconocimiento, disfrutarás cada vez más; especialmente con tu pareja”. Por eso hay que dejar los tabúes fuera y buscar qué es lo que te hace sentir bien, ya sea sola o con otra persona. Y no te frustres si no llegas siempre al orgasmo, disfruta del camino, de los momentos de excitación y de los preliminares. Para sentir placer no es ‘obligatorio’ llegar siempre al final.
Atrévete a innovar (y olvida la monotonía). “La disminución del deseo sexual puede estar relacionada con la repetición mecánica”, observa Dorléac. Ya sea sola o en pareja, tu cuerpo y tu cerebro necesitan un elemento sorpresa para variar las sensaciones. Son muchas las técnicas que pueden hacerte romper con la monotonía. Evita mantener relaciones siempre el mismo día y a la misma hora, como si fuera una tarea más en tu agenda semanal. Dedícate un rato si estás en casa, diviértete y luego sigue con lo que tenías planificado. Cualquier momento es bueno para sentir placer.
La ansiedad y el estrés no son buenos compañeros. Cuando estamos estresados o pasando por un momento con mayor ansiedad, es habitual que la libido esté por los suelos. No pasa nada si es algo puntual, pero si se mantiene en el tiempo, quizá debas consultar con un especialista.
Además, “el estrés limita significativamente la secreción de hormonas sexuales. La hormona esteroide pregnenolona, en vez de convertirse en hormonas sexuales, se convertirá en cortisol, la hormona del estrés”, desarrolla la experta. Esto significa que para disfrutar has de conseguir dejar de lado las prisas y los agobios, dedicarte un tiempo a ti misma y desconectar. El cerebro es el principal órgano sexual y más aún en la mujer, así que permítete liberar fantasías y déjate llevar por la excitación. “Comienza disfrutando del placer de sentir. Conócete, experimenta… La masturbación te ayudará a liberar endorfinas y a sentirte mejor”, finaliza.