Bienestar

Esto es lo que realmente hace la sal en tu cuerpo (y no te va a gustar)

Siempre se ha dicho que consumir demasiada sal nos puede provocar ciertas enfermedades, pero ahora un estudio ha descubierto que además podría causarnos otra cosa

  • La sal no es tan buena como crees: por qué deberías reducir ya su consumo

Siempre se ha dicho que consumir demasiada sal nos puede provocar ciertas enfermedades, pero ahora un estudio ha descubierto que además podría hacernos subir de peso.

Así lo asegura reciente investigación, publicada en 'The Journal of Clinical Investigation', que determina que el elevado consumo de sal está relacionado estrechamente con una mayor sensación de hambre y con una mayor retención de líquidos o, lo que es lo mismo, un aumento de peso de nuestro cuerpo.

La sal te puede estar engordando

Jens Titze, profesor de Medicina y Fisiología molecular y biofísica en la Universidad de Vanderbilt (Nashville, Tennessee, Estados Unidos) y autor principal del estudio, descubrió que todo lo que sabíamos de la sal estaba equivocado. Las personas que consumen grandes cantidades de sal en realidad beben menos agua que las que toman menos sal –al contrario de lo que se pensaba– y, además, experimentan más hambre, lo que a largo plazo podría llevarles a comer en exceso y engordar.

Los participantes del estudio experimentaron más de hambre en las semanas que estuvieron consumiendo más sal

Para el estudio, Titze y sus colegas sometieron a diez astronautas rusos a una preparación para un viaje espacial a Marte. Esta simulación del vuelo espacial, que 205 días, proporcionó un entorno estable para que los investigadores estudiaran cómo les afectaba la sal.

Cuidado con la sal

A lo largo de la investigación, la dieta de los cosmonautas no varió, excepto en una cosa: la cantidad de sal de sus menús. Los sujetos del estudio comenzaron a tomar una dieta que incluía 12 gramos de sal por día (más del doble de la cantidad diaria recomendada). Después de varias semanas, los investigadores redujeron la sal a 9 gramos por día. En el último periodo del experimento, los astronautas consumieron 6 gramos de sal diariamente.

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La sal aumenta la sensación de hambre

Lo que sucedió en el transcurso del estudio sorprendió a los investigadores: los astronautas bebían más agua a medida que disminuía su consumo de sal. Además, se quejaban de que tenían más de hambre en las semanas que estuvieron consumiendo más sal.

Los sujetos del estudio bebían más agua a medida que disminuía su consumo de sal, y orinaban menos

"Les dijimos que no podían tener hambre, ya que estaban recibiendo la misma cantidad de comida que días anteriores. Lo único que había cambiado era la cantidad de sal, que tomaban más que anteriormente, en su día a día", asegura Titze. De esta forma, hallaron la correlación entre el aumento del hambre con el aumento del consumo de sal.

También descubrieron que el aumento en la ingesta de sal hacía ir menos al baño a los sujetos, lo que podría provocar retención de líquidos en éstos, lo que les podría hacer engordar.

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Numerosos estudios relacionan el consumo de sal con la obesidad

Los estudios relacionan la sal con la obesidad

La investigación mencionada anteriormente no es la única que ha relacionado el elevado consumo de sal con el aumento de peso. 

En 2015, investigadores británicos y chinos descubrieron que el aumento de la grasa corporal que se estaba produciendo en en niños y adultos era debido a dietas ricas en sal. La investigación halló que tomar un gramo extra de sal cada día aumenta el riesgo de obesidad en niños en un 28%, y en adultos en un 26%.

Una investigación ha descubierto que tomar un gramo extra de sal cada día aumenta el riesgo de obesidad en adultos en un 26%

Otro estudio australiano de 2016, dirigido por Russell Keast, relacionó el consumo de sal con un aumento del 11% en la ingesta de alimentos y calorías en adultos. Los autores llegaron a la conclusión de que esto de debía a que la sal mejora el sabor de las comidas, lo que podría llevar a las personas a comer más.

Todas estas investigaciones muestran una relación clara entre la sal y la grasa corporal, pero aún se necesitan más estudios para comprobar qué hace exactamente la sal en nuestro cuerpo.

Los alimentos procesados contienen demasiada sal

Cuánta sal debemos comer

La sal común, el cloruro de sodio (NaCl), tiene un 40% de sodio; el resto es cloro. Este sodio es una parte esencial de nuestra dieta, ya que mantiene el correcto funcionamiento de los músculos y nervios, y ayuda al cuerpo a mantener el equilibrio adecuado de líquidos. 

No obstante, consumimos más sal de la debida. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomendó reducir su ingesta como una de las principales medidas para disminuir el número de muertes por hipertensión, enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular, que están relacionados con el elevado consumo de sal.

Se recomienda tomar una cantidad diaria de sodio menor de dos gramos, que es equivalente a cinco gramos de sal

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Se recomienda tomar una cantidad diaria de sodio menor de dos gramos, que es equivalente a cinco gramos de sal, es decir, mucha más cantidad que la que tomaban los astronautas del experimento y que la que consume la mayoría de la población europea, cuya media es 8-10 gramos por persona y día.

No debes eliminar la sal por completo de tu dieta

Cómo reducir la sal en la dieta

Importante: es bueno que reduzcas el consumo de sal de tu dieta, pero no que lo anules por completo, ya que sin sodio no funciona ni tu cerebro ni tu corazón. Si no comes alimentos ultraprocesados o procesados (que están cargados de sal) y no te pasas con el salero, no tendrías por qué preocuparte en exceso.

Es bueno que reduzcas el consumo de sal de tu dieta, pero no que lo anules por completo, ya que sin sodio no funciona ni tu cerebro ni tu corazón

La reducción de la cantidad de sal es bastante sencilla si sigues unos consejos básicos:

  • Come lo más natural posible y en casa. Los alimentos procesados y las comidas de restaurante tienen mucha sal añadida.
  • Ten cuidado con los aderezos y salsas, como el ketchup y la salsa de soja, que están cargados de sodio.
  • Reduce el consumo de sal gradualmente para que tus papilas gustativas puedan adaptarse. Si disminuyes la cantidad de pronto, tus platos te sabrán muy sosos.
  • Sazona tu comida con hierbas frescas o secas, como el ajo y la pimienta negra. Cuanto más sabor agregues, menos sal necesitarás.

Cuanto más natural comas, mucho mejor

Y esto es todo, lector. ¿Eres de consumir mucha sal? Nosotros nos pasamos a las hierbas hace ya un tiempo.

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