¿Másculinidad tóxica? ¿Nueva masculinidad? ¿Sabes qué significan estas expresiones que tanto vemos últimamente en redes sociales y artículos de prensa? Para ponernos en contexto: la tierna foto entre Nadal y Federer llorando y cogidos de la mano, la nueva moda de los 'crop tops' en hombres o el nombramiento de Héctor Bellerín como hombre del año son ya momentos icónicos que están dando paso a la nueva masculinidad, un nuevo modelo más positivo de masculinidad que pretende enterrar el término de la masculinidad frágil y toda la toxicidad que ello conlleva.
La nueva masculinidad propone replantear la idea de masculinidad y desaprender los roles de género adquiridos durante siglos. Las nuevas masculinidades buscan que cada hombre exprese su género como quiera y que no hay una forma única de ser hombre: cada hombre es libre de asumir la masculinidad como quiera y según su personalidad y todas las visiones son válidas.
El modelo tradicional de masculinidad está definitivamente obsoleto. La nueva masculinidad fomenta la empatía, sentir y escuchar al otro, especialmente a la pareja si se tiene. Se trata de romper corazas, de acercarse al otro con naturalidad y sin pretensiones, dejándose fluir y dando libertad al otro para actuar y sentirse como quiera.
Qué es la masculinidad frágil
La masculinidad frágil se apoya, en términos generales, en que los hombres que muestran sus sentimientos son más débiles: no pueden llorar, no pueden tener gestos de cariño hacia una mujer o hacia un amigo… Cuantos menos sentimientos muestran, más hombres son. ¿Una antigüedad, verdad? Sí, resulta antiguo leerlo y parece que esto ya ha quedado en el pasado, pero lamentablemente no es así.
La masculinidad tóxica tiene que ver con la cultura de la desigualdad, en la que algunas personas mantienen el control sobre otras para acaparar el poder. En cambio, las masculinidades que están apareciendo a día de hoy apuestan por la horizontalidad, el consenso y las relaciones entre iguales.
El no entender bien la nueva masculinidad ha desarrollado fenómenos como el 'negging', una técnica para ligar que, con el disfraz de un halago, deja la autoestima de la otra persona por el suelo: "Prefiero las chicas delgadas pero contigo estoy súper a gusto" o "No me suelen gustar las mujeres así de altas pero tú eres mona". El último estudio de la app de citas Adopte desvela cómo influyen estos patrones de masculinidad a la hora de tener citas y dentro de las relaciones de pareja.
¿Los hombres muestran sus sentimientos?
Casi la mitad de las encuestadas (un 47 por ciento) confirmaron que los hombres heterosexuales de su entorno sí muestran sus sentimientos pero solo en entornos muy íntimos, mientras que un 37 por ciento reconocieron que apenas veían a los hombres más cercanos a ellas mostrar sentimientos de ningún tipo. Esto deja entrever ese miedo o presión por parte de los hombres heterosexuales para mantener siempre el tipo y no dejar ver su "lado débil", algo que debería cambiar ya en pleno siglo XXI.
¿Cómo ligan los hombres regidos por patrones tóxicos?
A la hora de ligar sucede lo mismo: el 41 por ciento de las encuestadas reconoció que los hombres de su círculo a la hora de ligar con mujeres se comportan con una masculinidad forzada que realmente no les representa; seguidamente, un 32 por ciento reconoció que los han visto hacerse los duros un ratito pero luego cambian de rol, mientras que tan solo un 26 por ciento reconoce que se muestran tal y como son.
Másculinidad frágil: ¿Qué es el 'negging'?
Como consecuencia de estos patrones de masculinidad frágil, a la hora de ligar los hombres con mujeres, se puede cruzar la línea de, ya no solo no mostrar los sentimientos, si no de ofender a la otra persona; en esto consiste el 'negging', una ofensa a la autoestima de la mujer disfrazada de piropo. El 56 por ciento de las mujeres confirmaron que alguna vez han experimentado alguna situación similar con comentarios del tipo "las prefiero delgadas pero tú también me gustas".
A pesar de que los hombres heterosexuales siguen perpetrando estos patrones de conducta, las mujeres van un paso más adelante y, de acuerdo al estudio, la mayoría de las encuestadas, el 66 por ciento, "pasan" de actitudes chulescas y de "machitos"; y no lo consideran una actitud atractiva.
Cómo afecta la masculinidad frágil a una relación
La gran mayoría de las mujeres encuestadas afirmaron que a sus parejas (hombres) les cuesta expresar mucho sus emociones, no lo hacen con tanta facilidad como lo hacen ellas. Tan solo un 22 por ciento reconoció que su pareja no tiene problema a la hora de expresar lo que siente.
Las razones reveladas por el estudio y por las cuales esto sucede, en términos generales son tres: la pareja en la mayoría de los casos no sabe cómo expresarse (51 por ciento), también ocurre que el hombre de la relación no tiene esa necesidad de contarlo a su pareja (37 por ciento) y un pequeño porcentaje reconoce que le hace sentirse débil (12 por ciento).
Amigos vs novias
El estudio revela cómo las mujeres notan que sus parejas cambian de acuerdo a con quién se relacionan. La mayoría reconoce que no se comportan de la misma manera con ellas que con sus amigos. Más de cuatro de cada 10 de las encuestadas afirman que notan algún cambio en su actitud cuando está con sus colegas en lugar de con ellas; el 23 por ciento confirma que en sus relaciones, se trata de una auténtica transformación mientras que el 32 por ciento aseguraa que su pareja siempre es él mismo al cien por cien independientemente de si están sus amigos delante o no.
Lejos de que estas actitudes y patrones de conducta puedan utilizarse para conquistar a una mujer o puedan beneficiar a una relación ya establecida, sucede todo lo contrario. Prácticamente todas las encuestadas fueron rotundas con este tema: la idea de masculinidad frágil basada en la fuerza y en la insensibilidad del hombre es totalmente tóxica.
Messidor
Esto... ¿es en serio, o es una parodia?