A casi todo el mundo le gusta la Navidad. Los niños se emocionan con los regalos y los mayores disfrutan de estas fechas al cobijo de sus seres más queridos. Si por algo se caracteriza la época navideña es, por lo tanto, de mucho amor, felicidad y magia, sobre todo esto último. Las calles comparten luces y adornos por todos los lados, los monumentos más significativos cobran especial relevancia y las casas de los españoles, al igual que todo rincón del mundo, se llenan de color gracias a los árboles de Navidad, los portales de Belén y todo tipo de detalles particulares y característicos de estas fechas.
Pero eso no es todo. Un estudio reciente ha puesto de relieve un patrón adicional que causa cierta tendencia sobre todo durante la Navidad. Se trata de las fracturas de pene; definidas como la ruptura de la túnica albugínea que rodea los cuerpos cavernosos del miembro viril masculino. Durante mucho tiempo, este tipo de incidencias han sido una emergencia urológica preocupante y ahora una investigación alemana ha arrojado luz sobre una asociación previamente no reconocida: un aumento significativo en la incidencia de fracturas de pene durante la temporada de Navidad.
Tal y como detalla el estudio, estas suelen ser anunciadas por un crujido audible seguido de un intenso dolor, rápida detumescencia (disminución del tamaño del pene tras una erección), hinchazón o incluso la formación de un hematoma; y se consideran de urgencia urológica ya que requieren estancia hospitalaria y controlada.
Alrededor del 25% de los casos se acompañan, además, de lesiones uretrales y la mayoría de los pacientes son tratados con exploración quirúrgica directa para minimizar la formación de fibrosis y reducir el riesgo de curvatura en el pene. Este tipo de fracturas, por otro lado, son causadas por una flexión forzada en el aparato reproductor erecto durante una relación sexual agresiva o debido a la práctica en posiciones sexuales inusuales o escenarios no convencionales.
Un 43% más de incidencias en Navidad
La exhaustiva investigación, recientemente publicada en la revista BJU Internacional, ha puesto el foco sobre los casos de fractura durante un extenso período y un territorio concreto: entre 2005 y 2021 en Alemania. Este análisis meticuloso ha revelado patrones estacionales sorprendentes y factores de riesgo asociados con estas lesiones particulares: se muestra que un total de 3.421 pacientes con una media de edad de 42 años (entre 32 y 51 años) tuvieron una fractura de pene que requirió hospitalización inmediata.
Los datos, recopilados de pacientes hospitalizados en territorio alemán a través del estudio GRAND (datos de pacientes hospitalizados a nivel nacional), revelaron que la Navidad se asocia con un aumento del 43% en las fracturas de pene en comparación con otras épocas del año. Este patrón se destacó teniendo en cuenta los días festivos más importantes de esta época: Nochebuena y Nochevieja y sus días próximos (del 24 de diciembre al 2 de enero).
Si bien este estudio proporciona información valiosa sobre la estacionalidad y los factores de riesgo asociados con este tipo de incidencias, los investigadores advierten sobre las limitaciones existentes. Los datos se basan en registros hospitalarios, lo que podría conllevar errores de clasificación y subregistro, entre demás problemas. Además, aunque se observó una asociación clara entre ciertos períodos y un mayor riesgo, el estudio no establece una relación causal definitiva, por lo que se incita a seguir investigando.
Más allá de la temporada festiva, el estudio también identificó otros momentos de mayor riesgo. Los fines de semana y el verano también fueron períodos con una incidencia más alta en las fracturas de pene, sugiriendo que los momentos de relajación, disfrute y tiempo de ocio podrían estar vinculados a un mayor riesgo de estas lesiones. El análisis detallado también reveló que los días de la semana con más ingresos hospitalarios fueron los domingos.
Por último, los científicos enfatizan la importancia de la conciencia y la precaución sobre todo durante los días de Navidad, para reducir así el riesgo de que se produzcan lesiones graves. Estos hallazgos "exigen a las parejas que reduzcan considerablemente el sexo salvaje durante los momentos de relajación", precisa el estudio.
