Tras alumbrarte sobre qué características deben cumplir los penes sanos, hoy le toca el turno a las vulvas. Obviamente, lo mejor es que la mujer acuda a un ginecólogo a hacerse chequeos periódicos, como en los senos, sobre todo desde que se comienza a practicar relaciones sexuales. Aun así, no está de más permanecer atentas a cualquier señal un poco extraña ocurrida en esta zona.
Por eso, realizarse un autoexamen vaginal de vez en cuando no es malo, al revés, ya que puede ayudarnos a controlar que todo evoluciona bien y que no hay cambios aparentes que nos hagan adelantar la cita con el ginecólogo.
Este artículo, además de a las mujeres, puede ser de utilidad para los hombres (hablamos de relaciones heterosexuales porque son la mayoría, que nadie se ofenda, por favor), ya que, en determinadas prácticas, se encuentran muy cerca de la vulva, por lo que pueden detectar señales que indiquen que no anda todo como debiera, algo que además de importante para la salud de la mujer también lo es para la suya propia, pues pueden contraer alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Vulvas sanas: cómo saber si esta zona íntima de la mujer está en buen estado
El ginecólogo, en la revisión –normalmente– anual, busca quistes, ETS, fibromas uterinos, cánceres, etc. Obviamente, en casa no se puede detectar todo eso, pero sí es posible tener indicios de que algo va mal, como ver signos de ETS o cambios en el olor o la apariencia de la vulva o el flujo vaginal.
Los expertos recomiendan coger un espejo pequeño y autoexaminarse la vulva, en la que se encuentran el clítoris y los labios. Hay que fijarse en el color, el tamaño y el olor. En cuanto a esto último, una vulva sana debe oler como a metálico o yogur. Ese aroma quizá pueda deberse a que la flora vaginal está formada por varios microorganismos, pero los que están en mayor proporción son los lactobacilus, que también se encuentran en la composición del mencionado alimento lácteo.
En cuanto al color, todo debe ser rosado, y no solo en la vulva: las paredes vaginales han de presentar la misma tonalidad.
Cuándo una vulva no está sana
Si en la vulva, el cuello uterino o las paredes genitales observamos alguno de estos signos, debemos acudir al médico:
- Verrugas genitales.
- Llagas.
- Protuberancias.
- Manchas.
- Olor fuerte o inusual.
- Secreciones o flujo con mal olor y color.
- Color atípico o no rosado.
¿Y el pene?
Tal y como te contamos en Vozpópuli, pene sano debe estar libre de lesiones, verrugas y secreciones anormales. En general, el pene debe ser aproximadamente del mismo color que la piel circundante, aunque puede ser un tono más oscuro o más claro, por lo que si lo tienes más oscuro o rosado que el resto no te preocupes
Además, se sabe si un miembro viril está en buen estado si el hombre portador no sufre ningún dolor en al orinar o al realizar cualquier actividad sexual.
¿Cuándo empezar a preocuparse? Si notamos alguna de las cuestiones previamente descritas o un cambio repentino en la apariencia, sensación o función del pene, ya que puede indicar un problema subyacente que requerirá atención médica.