A fecha de 3 de febrero el coronavirus COVID-19 ha infectado a más 90.000 personas en 70 países y ha causado la muerte de más de 3.000. China, que fue el lugar de origen de la enfermedad, ha frenado su avance con medidas draconianas y ahora controla la entrada de extranjeros en su territorio. En el resto del mundo cada país está en una fase de la epidemia, lo que aumenta la complejidad a la hora de comparar las medidas que toman y su eficacia. “Algunos tienen epidemias que se extienden rápidamente, con señales de transmisión en la comunidad y otros están controlando la epidemia y no ha reportado casos en más de dos semanas”, explicó este lunes el director general de la Organización Mundial de la Salud Tedros Adhanom. “Y algunos países tienen más de uno de estos escenarios al mismo tiempo”.
Aunque la OMS aboga por que se tomen “medidas tempranas y agresivas” para “frenar la transmisión y salvar vidas”, las diferencias en la evolución de la enfermedad y en el diferente carácter de los regímenes políticos están produciendo un amplio abanico de respuestas, que van desde quienes toman medidas más estrictas de control, como Corea del Sur o Singapur, a las más conservadoras, como la Unión Europea y EE.UU. Estas son algunas de las estrategias que se siguen en diferentes países, dependiendo del grado de extensión que tiene la epidemia en su territorio.
Los lugares más afectados
China. En el foco de la epidemia se han contagiado más de 80.000 personas (90% del total) y ha registrado 2944 muertes, pero la enfermedad ha dejado de crecer al ritmo de los primeros días gracias a medidas de control estricto. Aunque las autoridades chinas tardaron en reaccionar y trataron de ocultar el brote en los primeros días, las medidas que tomaron después, como recluir a 50 millones de personas en la ciudad de Wuhan y las ciudades próximas de la provincia de Hubei, limitar el movimiento de las personas, se han mostrado efectivas por el momento. En el informe de los técnicos de la OMS que visitaron el país para comprobar el alcance de estas medidas se subraya que esta respuesta agresiva evitó que cientos o miles de personas se contagiaran del COVID-19. Pero al mismo tiempo, las autoridades sanitarias son conscientes de que este tipo de medidas serían impensables en otros países del mundo, por atentar contra la libertad individual y los derechos humanos.
Corea del Sur. Es el segundo país con más afectados (más de 4800), pero tiene la mitad de muertos que Italia a pesar de tener el doble de casos. Su estrategia ha pasado por anular actos públicos y centrarse en aislar los focos (especialmente una secta cristiana en la que la enfermedad se ha propagado más rápidamente). Además, los coreanos han realizado muchas más pruebas que otros países (hasta 10.000 al día), lo que ha contribuido, junto a las medidas de control, a que el índice de letalidad sea menor que en otros lugares.
Italia. Con 2000 casos y 52 muertos, Italia es el tercer foco mundial de la enfermedad, desde donde se ha ido produciendo un goteo hacia otros países. La epidemia afecta fundamentalmente a la zona de Lombardía y el Véneto, donde se ha delimitado una “zona roja” de ocho municipios cuyos 50.000 residentes tienen prohibido salir. Aquí se han cerrado comercios, escuelas y museos. En la “zona amarilla” se han suspendido o limitado eventos públicos, como la celebración de partidos de fútbol a puerta cerrada. La última medida, de esta misma semana, es obligar a los clientes de los bares de la 'zona amarilla' a mantener un metro de distancia para evitar contagios. En el resto del país se han limitado también eventos públicos y se han tomado medidas extraordinarias de prevención.
Irán. Con 1500 infectados y 66 muertos, Irán es el cuarto foco más importante de la enfermedad y uno de los que mas preocupa. Además de cancelar los vuelos desde China, las autoridades iraníes han cerrado escuelas y universidades, desinfectan edificios y sistemas de transporte público y ha suspendido los rezos de los viernes. La falta de transparencia del régimen iraní y la falta de medios para realizar pruebas, hacen sospechar a la comunidad internacional que el brote sea allí mayor de lo que sabemos hasta ahora.
Zonas clave de Asia
Japón. El siguiente mayor foco de la enfermedad, con 274 casos más los 700 de la cuarentena del crucero Diamond Princess, que este lunes fue finalmente evacuado, una crisis cuya gestión ha sido muy criticada. Las autoridades japonesas han pedido a la población que evite salir de casa en 17 prefecturas y ha decretado el estado de emergencia en la isla de Hokkaido. Se han suspendido la liga de fútbol y se ha limitado el maratón de Tokio a solo corredores de élite, entre otras medidas. Las gran preocupación de las autoridades japonesas es que la epidemia obligue a suspender los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Singapur. Con más de 100 infectados, es otro de los lugares donde las medidas estrictas han limitado la propagación del COVID-19. Desde muy pronto restringió los movimientos, impuso cuarentenas a más de 3000 personas y utilizó un amplio despliegue tecnológico para seguir el avance de la enfermedad y los contactos entre los infectados.
Arabia Saudí. Los saudíes han cerrado La Meca y han prohibido la entrada de extranjeros en cuyos países haya casos de coronavirus
Rusia
Los rusos cerraron las fronteras terrestres con China hace un mes y ha prohibido los vuelos procedentes de este país y también de Irán. El régimen de Putin ha realizado redadas en hoteles y apartamentos donde se alojaban ciudadanos chinos que entraron antes del cierre de fronteras y ha impuesto medidas de control que, de momento, están limitando el impacto de la enfermedad dentro de sus fronteras.
Estados Unidos
La principal preocupación se centra en el estado de Washington, donde podrían haberse producido contagios que pasaron inadvertidos desde hace varias semanas. Las seis muertes registradas hasta ahora están vinculadas a una residencia de ancianos de Kirkland, en el área de Seattle. La respuesta de la administración Trump ha sido restringir los viajes desde las zonas afectadas, pero se mantienen a la espera de la evolución de la epidemia para tomar medidas más estrictas. Se han suspendido varios grandes eventos, como la reunión de la American Physical Society en Denver, que iba a reunir a físicos de todo el mundo.
Unión Europea
Además se seguir de cerca la crisis en Italia, la UE elevó este lunes el riesgo de contagio por el coronavirus de moderado a alto y los ministros de Sanidad de los Veintisiete se reunirán el viernes para “intercambiar información e intensificar la coordinación”. Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha establecido una serie de pasos que los países deben dar en función de los distintos escenarios, que van desde medidas de simple vigilancia a posibles restricciones puntuales y cuarentenas para evitar su extensión. Aunque se quiere coordinar la respuesta conjunta y el intercambio de información, localmente en cada país se están dando algunas medidas diferentes.
Francia ha prohibido las concentraciones de más de 5.000 personas en recintos cerrados por el coronavirus, ha anulado la media maratón de este martes en París y ha cerrado el Salón Internacional de la Agricultura. Los trabajadores del museo del Louvre han forzado su cierre dos días consecutivos para evitar el contagio y el presidente Macron anunció este lunes que anulaba todas sus citas esta semana y dedicará su agenda en exclusiva a luchar contra el coronavirus en Francia.
En Alemania el gobierno canceló la feria internacional de turismo ITB en Berlín, con miles de visitantes de todo el mundo, que debería haber comenzado este miércoles. También se están tomando medidas de control de acceso al país desde los países más afectados: los viajeros de estas zonas tendrán que rellenar unas tarjetas especiales en las que deben señalar dónde estarán exactamente alojados durante su estancia.
En España la cifra de infectados por el coronavirus asciende a 120, con dos focos principales, en Torrejón de Ardoz (Madrid) y Vitoria (País Vasco). Pro primera vez el ministerio de Sanidad se está planteando pasar en estas zonas de la fase de contención a la de mitigación lo que significa, según el portavoz de la crisis Fernando Simón que “podría haber restricciones relacionadas con agrupamientos de personas”. De momento, los colegios de médicos han recomendado suspender las reuniones durante los próximos días.