"¡Ponte en forma y adelgaza comiendo beicon y bebiendo alcohol!". Con este llamativo lema se presenta el libro "Más beicon, menos running", un superventas en Estados Unidos que llega a España de la mano de la editorial Stella Maris. El reclamo puede resultar divertido y va a contracorriente, pero no deja de ser una dieta baja en carbohidratos al estilo del método Dukan en la que el autor propone ingerir la mayor parte de las calorías de alimentos grasos. “Es la mejor forma de que el propio cuerpo queme la grasa como combustible”, asegura Grant Petersen, que en su vida diaria se dedica a vender bicicletas. Pero, ¿tiene algún sentido todo esto desde el punto de vista científico?
"¡Adelgaza comiendo beicon y bebiendo alcohol!", reclama el libro
Las admoniciones que nos hace Petersen nada más empezar deberían ponernos en alerta. "Como subraya el aviso legal incluido unas páginas atrás, no soy médico", escribe. "Pero le voy a hacer una pregunta: ¿cuánto le ha ayudado a usted el médico?". Después insiste básicamente en una idea: cuando se ingieren carbohidratos aumenta el azúcar en sangre y esto hace subir la insulina. Si nuestro cuerpo obtiene energía de estos azúcares, afirma, impedirá que la grasa corporal se use como combustible. Lo que él propone es no consumir carbohidratos para que nuestro combustible sea la propia grasa que ingerimos, de modo que adelgazaremos, perderemos el apetitito y cumpliremos nuestro sueño de estar en forma comiendo beicon y sin hacer más de cinco minutos de ejercicio al día.
"Lo que dice este señor no es ni remotamente novedoso", explica a Next el nutricionista Juan Revenga, quien recuerda que el que puso de moda este sistema allá por 1970 fue el creador de la dieta Atkins, más que cuestionada por los expertos en nutrición. "Las dietas cetogénicas son aquellas en las que la cantidad de carbohidratos se reduce drásticamente, hasta casi desaparecer", explica el especialista Luis Jiménez, autor de "Lo que dice la ciencia sobre adelgazar". "Este tipo de dieta produce cambios relevantes en nuestro organismo ya que modifica sus mecanismos para la obtención de energía". Al eliminar la glucosa se ponen en marcha procesos metabólicos diferentes, basados en las grasas y proteínas y esto produce lo que se llama “entrar en cetosis”.
“La cetosis es un mecanismo de emergencia, la reserva de nuestro depósito”
¿Es malo cambiar la ruta metabólica de forma tan drástica? Algunos estudios apuntan a que podría aumentar la rigidez arterial, pero se conoce poco sobre sus efectos a largo plazo. Se trata de un mecanismo evolutivo que permitió al ser humano sobrevivir en periodos de escasez o con muy poca diversidad de alimentos, pero siempre con carácter temporal. Por eso el investigador del CSIC José Miguel Mulet, autor del libro "Comer sin miedo", cree que podría estar forzando nuestro organismo. "La dieta cetogénica es como la reserva de gasolina del coche, el mecanismo de emergencia", explica a Next. "Es verdad que pierdes peso pero estás forzando el metabolismo, y a la larga el riñón y el hígado lo revientas".
"La defensa que hace del alcohol le convierte en un enemigo de la salud pública"
Con todos estos elementos encima de la mesa, Juan Revenga considera que estamos ante "otro de esos oportunistas que tratan de aprovechar un filón comercial con la venta de libros sacando de contexto estudios científicos, o bien utilizando publicaciones absurdas". "Además, “asegura, “la defensa que hace del consumo del alcohol en un libro le convierte en un enemigo de la salud pública de dimensiones bíblicas”. Por su parte, Aitor Sánchez, dietista-nutricionista autor de Midietacojea.com, cree que llamar a adelgazar "comiendo beicon y bebiendo alcohol" es "irresponsable y sesgado", pues se trata de "dos alimentos relacionados con el cáncer y el aumento del peso". En su opinión, Petersen "mezcla churras con merinas y comunica de manera irresponsable". "Genial libro para hacerse una barbacoa de espetos de sardinas y berenjenas", sentencia.
* El libro "Más beicon, menos running", de Grant Petersen, ha sido publicado por la editorial Stella Maris.