A la sombra de la llegada de Gareth Bale y de la no menos deseada salida de Kaká, el Real Madrid decidió traspasar a Mesut Özil al Arsenal. Los gunners se interesaron por el fichaje de Ángel Di María, pero Ancelotti no estaba dispuesto a desprenderse del argentino. Por contra, el técnico italiano sí dio el visto bueno a la salida de Özil, lo que fue una sorpresa para Arsene Wenger, quien no dudó en pujar fuerte por el alemán.
Alrededor de 45 millones de euros han abierto la puerta de salida al centrocampista. El Manchester United también estaba interesado en Özil, pero el Arsenal se adelantó al llegar a un acuerdo con el padre y agente de Özil. De la misma manera que su marcha no ha gustado en el madridismo, la afición gunner está muy ilusionada con su fichaje.
El internacional alemán ha perdido esta temporada en el Madrid gran parte de su protagonismo con la llegada de Isco, quien ha ocupado su puesto natural de mediapunta y le ha desplazado a una banda. Özil fue titular en los dos primeros partidos de Liga, pero este domingo ante el Athletic en el Bernabéu se quedó en el banquillo y no jugó ni un solo minuto. Además, la llegada de Gareth Bale también reduce sus posibilidades de jugar.
Cabe recordar que Mesut Özil llegó al Real Madrid en 2010 procedente del Werder Bremen a cambio de 18 millones de euros. Es decir, que la operación es económicamente muy rentable, aunque no lo es tanto futbolísticamente, pues el alemán ha sido indiscutible durante las tres temporadas de José Mourinho. Por cierto, ¿qué se diría si en lugar de Ancelotti es el portugués quien hubiera dado el visto bueno a la marcha de Özil?