La española Carla Suárez, décima cabeza de serie, certificó este domingo su regreso a los cuartos de final del Abierto de Australia, ronda que alcanzó únicamente en 2009, tras remontar un 0-6 ante la australiana de origen ruso Daria Gavrilova, número 39 del mundo.
La polaca Agnieszka Radwanska, cuarta cabeza de serie, será la próxima rival de la grancanaria tras derrotar este domingo por un ajustado 6-7 (6), 6-1 y 7-5 a la alemana Anna-Lena Friedsam, número 82 del mundo.
En un partido en el que mostró dos caras y en el que además se vio mermada por una lesión en la rodilla derecha, Carla Suárez no desaprovechó la oportunidad de situarse por segunda vez en su carrera entre las ocho mejores en Melbourne. Anteriormente, solo lo había logrado una vez, en la edición de 2009.
El pase a los cuartos de final, sin embargo, parecía remoto cuando su oponente se adjudicó, por un concluyente 0-6, el primer set. Ese mal arranque obligó a la española a intentar repetir las dos remontadas que ya firmó tras verse con un 'rosco' adverso: en Marbella 2009, ante la rusa Ekaterina Lopes, y el pasado año en Miami ante la estadounidense Venus Williams.
En apenas 25 minutos entregó la manga inicial Carla Suárez, quien acusó la debilidad de su servicio -sacó en ese set a una media de 136 kilómetros por hora- y la falta de contundencia al resto.
La australiana de origen ruso se anotó tres de cuatro pelotas de rotura; la española, ninguna de las tres que su adversaria le concedió en la primera manga. Así, y con solo diez puntos ganados de los 35 disputados, Carla Suárez entregó por 0-6 el set.
Tras la pausa, la española encontró una mayor solidez en su derecha, lo que le permitió responder al pulso que Gavrilova le planteó desde el fondo de la pista y sumar un juego por primera vez al resto tras corregir el apartado de errores no forzados.
Con 4-3 y saque, la grancanaria solicitó asistencia médica y, con un vendaje en la parte inferior de su rodilla derecha, continuó su remontada.
Igualado el choque (6-3), Gavrilova no retrasó su reacción y los aficionados congregados en el Rod Laver Arena recuperaron la confianza cuando la australiana se adjudicó, al resto, el juego inaugural de la tercera y definitiva manga.
La española, la jugadora con revés a una mano con el ránking más alto de todo el circuito femenino, dispuso de cinco opciones de rotura pero Gavrilova neutralizó todas y dobló su renta (0-2) ante una oponente cada vez más limitada en sus zancadas.
Carla Suárez, sin embargo, esquivó el dolor en la rodilla y sumó los seis juegos siguientes para certificar su presencia en los cuartos de final con el definitivo 0-6, 6-3 y 6-2 en dos horas y tres minutos.
Esta victoria le permite, además, reaparecer en los cuartos de final de un 'major' desde Roland Garros 2014.