Rafa Benítez, que ha firmado como técnico del Chelsea hasta final de temporada tras la negativa a Pep Guardiola a coger el equipo londinense ahora, ha afirmado en su presentación en Stamford Bridge que no descarta asentarse en el banquillo 'blue' si gana títulos. "Ganar partidos es una garantía para todo. Al final de la temporada veremos qué ocurre, en el fútbol nunca se sabe. Si en siete meses ganamos algunos títulos todo el mundo estará encantado", sostuvo el madrileño, sustituto del italiano Roberto Di Matteo.
El preparador español, de 52 años, subrayó que en los casi dos años que lleva sin entrenar, desde su salida del Inter de Milán, ha rechazado numerosas ofertas a la espera de una adecuada: "No analicé cuántos meses de contrato me ofrecían, solo si tendría la plantilla adecuada y podría aspirar a títulos", afirmó, aunque lo cierto es que él quería un contrato de más larga duración, algo a lo que no estaba dispuesto Roman Abramovich, propietario del Chelsea, que sigue aspirando a convencer a Guardiola. Sin embargo, el agente de Benítez, Manuel García Quilón, intentó, sin éxito que el contrato fuera más largo.
Benítez, un técnico interino, dirigió en la ciudad deportiva de Cobham, al suroeste de Londres, su primer entrenamiento al mando de un equipo que el martes perdió 3-0 en Turín y ha dejado de depender de sí mismo para pasar a octavos en la máxima competición europea, de la que es el actual campeón. Rafa admitió que su antecesor en el banquillo "estaba haciendo un buen trabajo, pero a veces se cambia a los técnicos demasiado pronto", dijo-, se enfrenta a su primer gran reto este mismo domingo, cuando los 'blues' se medirán en casa al líder de la liga inglesa, el Manchester City. Para tratar de no quedarse a siete puntos de la cabeza de la tabla, Rafa, que todavía no se ha reunido con el dueño del Chelsea, tiene solo tres días para inculcar en sus jugadores sus primeras ideas tácticas.
"Me reuní con los jugadores y fue todo muy bien, hablamos de tácticas. No vi ningún problema y espero que siga igual", explicó Benítez, que se enfrenta a un vestuario lleno de jugadores veteranos como John Terry, Frank Lampard y Ashley Cole, que la temporada pasada se rebeló contra el portugués André Villas-Boas, que acabó destituido.
El madrileño volverá a dirigir a su compatriota Fernando Torres, el exdelantero del Atlético al que fichó para el Liverpool en 2007 y se convirtió a sus órdenes en una de las estrellas más insignes de la Premier. Desde que llegó a Londres, sin embargo, por un traspaso récord de casi 60 millones de euros, el Niño mantiene una relación compleja con el gol y ha recibido críticas por parte de los medios y los aficionados británicos. "He hablado con él, como con todos los demás, y su actitud es muy buena. Como el resto de jugadores, Fernando mejorará gracias a su actitud y le ayudaremos a mejorar. Es un futbolista de primera clase", sostuvo el preparador.
Benítez se ha reunido ya con el director técnico de los 'blues', Michael Emenalo, que guía la política del club londinense en materias clave como las contrataciones de jugadores. "No me ha dicho que tenga que hacer esto o lo otro para ganar partidos. Tengo muchos años de experiencia en este nivel aunque, sin duda, todos podemos cometer errores. Emenalo me conoce perfectamente, si estoy aquí es porque cree que lo puedo hacer bien", afirmó el extécnico del Valencia y del Liverpool.
Preguntado por los rumores en la prensa británica sobre el presunto interés de Abramóvich por fichar al exentrenador del FC Barcelona Pep Guardiola al final de temporada, Benítez quiso zanjar las especulaciones. "Guardiola es un gran entrenador. No puedo saber lo que pasará en el futuro, lo único que sé es que el domingo tenemos un partido realmente importante", afirmó el español.