Los Juegos Paralímpicos de Río, que se disputarán del 7 al 18 de septiembre, con un programa de 22 deportes y en las mismas instalaciones en las que acaban de terminar los Juegos Olímpicos, sufrirán algunos recortes en servicios debido a ajustes presupuestarios, según ha anunciado el Comité Paralímpico Internacional (IPC).
Entre estos cambios figuran el traslado de la sede de competición de la esgrima, una disminución del personal, cambios en los servicios de transporte para deportistas, equipos y familia paralímpica, el cierre de una serie de centros de prensa y la revisión de las zonas de servicios de todas las instalaciones de competición.
El cambio más drástico será el traslado de la sede de competición de esgrima en silla de ruedas
El cambio más drástico será el traslado de la sede de competición de esgrima en silla de ruedas, que en vez de celebrarse en el Arena de la Juventud del Parque de Deodoro como estaba previsto, tendrá lugar en el Arena Carioca 3, en el Parque Olímpico de Barra.
Este cambio permitirá el cierre y desmantelamiento del Parque Olímpico de Deodoro, aunque esa zona va a seguir albergando las competiciones de tiro, hípica y fútbol 7, pero ya como tres instalaciones independientes, con sistemas de transporte específicos para cada una de ellas.
Los problemas financieros han producido una demora en el pago de los costes de desplazamiento de las delegaciones paralímpicas por parte del Comité Organizador, lo que está poniendo en peligro el viaje de los equipos de países con menos recursos.
El presidente del IPC, Phil Craven, ha calificado la situación de Río 2016 como la mayor crisis de la historia de los Juegos Paralímpicos. "Nunca en sus 56 años de historia, los Juegos Paralímpicos habían afrontado circunstancias como éstas", ha lamentado.
La demora en el pago de los costes de desplazamiento de las delegaciones paralímpicas está poniendo en peligro el viaje de los equipos de países con menos recursos
No obstante, el máximo responsable de IPC confía en que con los ajustes que se están adoptando los Juegos Paralímpicos sean finalmente un éxito.
Entre las soluciones previstas, el IPC ha acordado con el Ayuntamiento de Río que aporte una financiación adicional de 150 millones de reales (41,4 millones de euros) y con el Gobierno Federal de Brasil que empresas estatales aporten otros 100 millones de reales (27,6 millones de euros) en forma de patrocinio.