En el minuto 17 del Fiorentina-Inter de Milán, el futbolista Edoardo Bove (Roma, 22 años) se ha desplomado sobre el terreno de juego después de levantarse tras atarse los cordones. El primero en darse cuenta del incidente fue el entrenador de los nerazzurri, Simone Inzaghi, que llamó la atención del árbitro mediante gestos. A partir de ahí, una situación que recordó al desvanecimiento de Eriksen en la Eurocopa de 2021 con el resto de jugadores rodeándolo con lágrimas en los ojos mientras los médicos lo reanimaban en el campo.
La preocupación por el estado de salud del jugador de la Fiorentina era máxima ya que las cámaras no pudieron captar el momento, tapadas por los jugadores, pero La Gazzetta dello Sport —diario deportivo italiano de referencia— ha informado de que ha recuperado la consciencia en el Hospital de Careggi, a donde fue trasladado de urgencia desde el estadio Artemio Franchi
Las lágrimas de los futbolistas de Fiorentina e Inter tras el desplome de Edoardo Bove, futbolista del club 'viola'#SerieAenDAZN ?? pic.twitter.com/QgjqHHEZPQ
— DAZN España (@DAZN_ES) December 1, 2024
El desmayo del centro campista italiano tuvo lugar justo después de que los jugadores protestaran un gol anulado a Lautaro. Los futbolistas de ambos conjuntos comenzaron entonces a llamar con gestos enérgicos a los sanitarios para que atendiesen al jugador mientras el estadio enmudecía. El árbitro decretó la suspensión del encuentro, la cual confirmó posteriormente la Serie A italiana: “El partido no se reanudará y se aplaza a una fecha posterior. Con el balón parado, Bove cayó al suelo y la situación pareció enseguida muy seria”.
Según informa La Gazzetta dello Sport, las noticias son positivas sobre el estado de salud del joven jugador italiano de 22 años. A los 20 minutos de partido, Bove se fue al suelo después de unos pasos en falso en clara señal de alerta para el resto de jugadores. Muy cerca de la banda, la asistencia tardó apenas segundos en saltar a atender al jugador, rodeado por compañeros y rivales en pánico.
Bove fue reanimado en el campo y trasladado en ambulancia al centro hospitalario más importante de la ciudad, mientras que el partido, de la jornada 14 de la Serie A italiana y con 0-0, quedó suspendido. El futbolista nacido en Roma respondió rápido a los cuidados de los médicos en el departamento de cardiología y pronto recuperó el sentido y respiraba de manera independiente.
Con él desde el principio estuvo su familia, así como el director deportivo de la Fiorentina, Daniele Pradé, y su entrenador Raffaele Palladino, mientras que poco a poco fueron llegando sus compañeros. Incluso la alcaldesa de Florencia, Sara Funaro, que acompañaba a la madre del jugador, y el presidente de la región, Eugenio Giani, acudieron al hospital, mientras la evolución de Bove es positiva.
