La anfitriona no pudo conseguir acabar invicta en la ronda inicial tras caer ante Croacia, pero la imagen mostrada en sus primeros partidos hace albergar esperanzas de, al menos, poder alcanzar las semifinales y pelear por el podio, el primer objetivo marcado antes de iniciar el torneo.
Además, la derrota ante los croatas tuvo un pequeño 'premio', el de quitarse de su recorrido hasta la final del Sant Jordi de Barcelona a Francia y Dinamarca que, junto a los de Slavko Goluza y los españoles, forman la terna más seria de favoritos. A cambio, sin embargo, un primer cruce algo más duro contra Serbia, un oponente que no será sencillo pese a que haya cerrado su primera fase con derrotas ante Polonia y Eslovenia.
Por ello, el actual bronce mundialista no puede acudir con confianzas a este encuentro. Los balcánicos son los actuales subcampeones continentales y esa etiqueta es suficiente para que los de Valero Rivera se tomen muy en serio lo que tienen por delante, con el añadido de que el factor local puede convertirse en cualquier momento en una presión si las cosas se aprietan demasiado.
España dejó el sábado la capital, donde toda su plantilla y cuerpo técnico se ha sentido muy respaldada y querida, para trasladarse a Zaragoza, a un Príncipe Felipe de idéntica capacidad y que se volcará para convertirse en el necesario 'octavo jugador' que, precisamente, a su rival, que ha jugado en este escenario en la primera fase, le vino muy bien hace un año para brillar en el Europeo que organizó y que le sirvió para volver a la elite.
La selección española se va a medir a un equipo al que ha batido en las dos ocasiones en las que se vieron las caras en el pasado año. Primero, les tocó medirse en el Preolímpico de Alicante, y vencieron los de Valero Rivera por 30-27, y luego quedaron encuadrados nuevamente en los Juegos de Londres, con triunfo español también por 26-21.
Pero en ambos partidos, los de Veselin Vukovic pusieron en aprietos a la selección española, sobre todo en la capital inglesa, donde al descanso dominaban por 10-14 antes de ser asfixiados en defensa la segunda, por lo que el seleccionador ya se ha encargado de advertir del peligro del combinado serbio.
Y es la defensa lo que más puede preocupar al técnico aragonés. A Rivera no le gustó el 6-0 que hizo el equipo en las primeras mitades ante Hungría y Croacia, que provocó que fueran a remolque y que le hizo recurrir a un 5-1 que, recordó, le provoca mayor desgaste. Por ello, insistirá en ajustar atrás y que haya 60 minutos intensos para que no sea demasiado profundo como ante los magiares y ni demasiado plano como ante los croatas.
Además, Serbia cuenta con una primera línea exterior a la que debe dar pocas concesiones, al contar con dos laterales de mucho nivel como Momir Ilic y Marko Vujin, u otro jugador importante como Zarko Sesum. También tiene un pivote muy inteligente como Alem Toskic, dos extremos contrastados como Rajko Prodanovic e Ivan Nikcevic, y una portería sólida con Darko Stanic.
En ataque, Valero Rivera está satisfecho con lo visto, dejando claro que si acaban con 13 ó 14 goles como ante Croacia o Hungría, no puede estar descontento, aunque el equipo le costó ante Croacia hacer gol desde los 9 metros ante el 'muro' de los de Goluza, y no debe olvidar lo que le costó el 6-0 serbio en Londres. Pero todos están aportando, y ante los croatas destacaron Alberto Entrerríos y Jorge Maqueda, mientras que ante los húngaros fueron Dani Sarmiento y la 'segunda unidad' formada por Carlos Ruesga, Antonio García y Ángel Montoro los que aportaron.
El seleccionador recuperará con casi total seguridad para esta vital cita al extremo Valero Rivera Folch, que se perdió, más por precaución, los dos últimos partidos ante Hungría y Croacia, aunque eso ha servido para ver el potencial de Aitor Ariño, sobre todo a nivel defensivo.