Después de seis años de preparación y una meticulosa planificación, la UEFA ha presentado por fin el nuevo formato para la Champions League que hará su debut esta temporada. Una revolución total en la competición continental. Esta apuesta es el resultado de una larga y profunda "investigación matemática" y un enfoque diseñado para revitalizar la competición de clubes más prestigiosa dentro del fútbol.
Con más equipos, más partidos y una estructura renovada total, la Champions League buscará un espectáculo "aún más emocionante".
Un sorteo con innovaciones tecnológicas
El primer gran cambio que notarán los seguidores de la Champions League será el propio sorteo de la fase de grupos, que sigue siendo uno de los momentos más esperados de cada temporada. Según Stéphane Anselmo, jefe de desarrollo estratégico de competiciones de la UEFA, el formato tradicional, donde las bolas son extraídas de un bombo, se mantendrá, pero a este se le dará cierto giro moderno.
"Si hubiéramos tenido que preparar las bolas para cada posible rival, habríamos necesitado 1.000 de estas", explica el propio Anselmo en un vídeo proporcionado por la entidad deportiva europea. Este reto logístico ha obligado la implementación de un sistema híbrido: una primera fase del sorteo sigue siendo física, con la extracción de bolas, pero luego un ordenador tomará el relevo para determinar los rivales de cada equipo. El algoritmo desarrollado calculará todas las posibles combinaciones para evitar bloqueos y asegurar un proceso fluido. Este sorteo se llevará a cabo el próximo jueves 29 de agosto.
La nueva estructura de la Champions League
El cambio más significativo en este nuevo formato de la Champions League es la sustitución de la tradicional fase de grupos por otra liguilla con 36 equipos, cuatro más que en el anterior método. Así pues, en lugar de los seis partidos habituales, cada equipo jugará ahora ocho partidos contra ocho rivales diferentes, lo que promete más enfrentamientos entre clubes de diferentes niveles y orígenes.
Este cambio no solo incrementa el número de los partidos, sino que también buscará mejorar el equilibrio competitivo y mantener ese interés de los aficionados a largo plazo. En colaboración con muchos matemáticos y utilizando complejos modelos algorítmicos, la UEFA simuló el nuevo formato durante tres temporadas para analizar su impacto en factores clave como el número de partidos sin relevancia competitiva, el promedio de goles por partido y los márgenes de victoria. "Queríamos asegurarnos de que el nuevo formato hiciera la competición más dinámica y más emocionante", comenta Anselmo.
A partir de ahí, después de haber jugado cuatro partidos en casa y otros cuatro fuera, arrancará la fase eliminatoria. Tras finalizar la liguilla, los clubes clasificados del 1º al 8º avanzarán directamente a los octavos de final, mientras que los equipos que terminen entre el 9º y el 24º competirán en unos play-offs a doble encuentro para asegurar su cupo entre los 16 mejores de la Champions League. De esta forma, aquellos otros conjuntos que terminen en 25º lugar o inferiores quedarán eliminados de todas las demás competiciones europeas, lo que añade una presión adicional durante la fase de liga.
Para que estos enfrentamientos sean aún más emocionantes, todos los equipos se dividirán en cabezas de serie y no cabezas de serie en función de su clasificación en la fase de liga. Aquellos que terminen entre el 9º y el 16º lugar serán los cabezas de serie en los play-offs, mientras que los que se ubiquen entre el 17º y 24º lugar llegarán a serlo. Este sistema busca recompensar el rendimiento durante la fase liga, dando a los equipos mejor clasificados la ventaja de jugar el partido de vuelta en casa, un factor que podría ser muy decisivo.
Expectativas y emoción en la nueva temporada
Este nuevo formato también está diseñado para ofrecer muchas más oportunidades a clubes de diferentes niveles, dando la posibilidad a más equipos de soñar con llegar lejos en la competición reina de Europa. "Simulamos que la clasificación a los play-offs sería posible con una media de 7,6 puntos, es decir, dos victorias y dos empates", explica Anselmo. Este enfoque inclusivo pretende mantener viva la esperanza de clasificación hasta las últimas jornadas, incluso para los equipos que tradicionalmente podrían haber quedado eliminados antes. Una vez entrados en octavos de final, las eliminatorias serán directas hasta llegar a la gran cita del día 31 de mayo de 2025 en el Allianz Arena de Múnich (Alemania), que proclamará a un nuevo rey.
La espera ya ha terminado. La nueva Champions League está lista para dar su pistoletazo de salida y ofrecer un espectáculo que, sin duda, marcará un antes y un después en torno al fútbol continental.
Aquiles
Bahhh ....mejor la Liga Profesional Europea , al estilo del Baloncesto ....o NBA Americana ...
Lluís
Llamar "español" al castellano es un intento político de identificar esa lengua con España y de ningunear el resto de lenguas propias de comunidades que hoy también son parte de España. Y ningunear lenguas significa ningunear a sus hablantes y negar sus derechos lingüísticos. Quien conoce la filología y la historia sabe que, hasta hace bien poco, no son las lenguas las que se han expandido mágicamente, sino que son las personas con sus migraciones las que han llevado su lengua a nuevas tierras. Hasta hace bien poco, los gobernantes no tenían ningúin mecanismo efectivo para cambiar la lengua de los gobernados. No había escuelas suficientes (la mayoría de la población era analfabeta) ni medios de comunicación de masas. La comunidad gallegohablante se expandió hacia el sur y por eso en Portugal hablan gallego-portugués, no porque la lengua se expandiera mágicamente por ciencia infusa. La comunidad castellanohablante hizo lo mismo y por eso el castellano se habla en toda la zona central de la Península, llegando hasta Andalucía. Lo mismo pasó con el catalán: las migraciones hacia Valencia y las Islas Baleares explican que esas comunidades tengan el catalán como lengua propia. Es a partir de la escolarización masiva de la población y de la aparición de los medios de comunicación de masas cuando, por vez primera, los estados disponen de mecanismos para imponer de manera efectiva una lengua a una comunidad que tiene otra. Así lo hizo el franquismo, buscando conseguir una España castellana que no ha existido nunca. El franquismo logró imponer el castellano en todas las comunidades no castellanas, pero no tuvo tiempo de extirpar las lenguas autóctonas. Con la llegada de la democracia, la Constitución cambia la legislación radicalmente, reconociendo la oficialidad plena del catalán, el vasco y el gallego. Ese cambio radical desbarata el proyecto de la España castellana porque reconoce la España real, que siempre ha sido y sigue siendo plurilingüe. Los nacionalistas españoles no pueden aceptarlo, pretenden retomar el proyecto de la España castellana y, al no conseguirlo, andan por ahí "ladrando su rencor por las esquinas", que diría Aznar.