En boca de muchos desde hace días, Vladimir Putin se ha convertido en el centro de las miradas tras su ataque a gran escala en Ucrania. Un golpe con consecuencias en todo el mundo y que vuelve a situarle en primera fila de rumores y comentarios. Algo habitual en su vida, sobre todo en lo referente a los aspectos más privados. Y es que pocos saben algo sobre su día a día, ni mucho menos sobre sus relaciones, sus amantes y sus hijos.
Convertido en el hombre más poderoso de Rusia, desde que en el año 2000 se convirtiera en el presidente del país, Vladimir Putin mantiene todos los aspectos de su vida privada en la más estricta intimidad. Un hermetismo que ha alimentado toda clase de rumores de romances, traiciones e incluso de hijos y nietos secretos.
Su misteriosa biografía, al más puro estilo de las historias de espías y agentes secretos que aseguran tanto le gustan, ha llevado a que todo el mundo, amigos y enemigos incluidos, especule, sobre todo, con las mujeres que han pasado por su vida.
Su matrimonio y sus dos hijas oficiales
La única relación oficial del presidente ruso fue la que mantuvo, durante tres décadas, con Lyudmila Putina, una azafata de la compañía aérea Aeroflot, con la que se casó en 1983, cuando Putin aún era un miembro de la KGB.
Durante los años que duró su matrimonio, fueron padres de dos niñas, María y Katerina, quienes, tras convertirse su padre en Presidente dejaron de ir al colegio -donde según cuentan estudiaban con nombres ficticios- para recibir su educación desde casa.
Algo que ha llamado siempre la atención es que en todos estos años, Vladimir Putin no ha hablado públicamente de sus hijas, ni mucho menos ha aparecido junto a ellas. De hecho, no existen imágenes de ellas, aunque algunos medios han atribuido algunos perfiles en redes sociales a las identidades que han adoptado de adultas.
En el año 1985 nació María, su primera hija, quien actualmente trabaja como investigadora en Moscú, unas fuentes aseguran que como bióloga y otras como médica endocrinóloga. Casada con un empresario holandés llamado Jorrit Faasen con quien en 2002 tuvo un hijo, hace unos años apareció en televisión donde fue entrevistada por su labor científica. Aunque no se presentó como hija del presidente ruso, los medios especializados aseguraron que este paso podría formar parte de un intento por suavizar el hermetismo personal de Putin.
En 1986 nació Katia en la ciudad alemana de Dresde, donde Putin estaba destinado por la KGB. Los rumores sobre ella son muchos, entre ellos, el que asegura que fue ella una de las científicas voluntarias de la vacuna Spútnik, y el que afirma que practica profesionalmente baile acrobático. Al parecer, Katerina se separó en 2018 del multimillonario Kirill Shamalov tras cinco años de matrimonio.
En el año 2013, Vladimir Putin confirmó su divorcio confesando: “Prácticamente no nos vemos. Cada uno tiene su vida”. Lyudmila por su parte, aseguró: “Le estoy inmensamente agradecida por sostenerme económicamente”.
Un supuesto romance con rumores de boda
Años antes de anunciar su divorcio, se especuló sobre una vida sentimental paralela de Putin, a quien se le atribuyeron algunos romances. Romances como el que señaló a Alina Kabaeva, una reconocida campeona olímpica de gimnasia que se retiró en el año 2005 y que hizo sus pinitos como actriz y cantante.
La prensa rusa señala 2008 como el posible año del inicio de esta relación, jamás confirmada. Curiosamente, el diario que difundió está presunta relación, tuvo que cerrar sus puertas poco después alegando problemas económicos.
Cuentan que ese mismo año podría haber nacido un hijo de esa relación, e incluso en 2012 una niña. En 2007, Alina se lanzó al mundo de la política como diputada del parlamento ruso, labor que llevó a cabo hasta 2014, cuando se anunció que se haría cargo de la presidencia del consejo de administración del Grupo Mediático Nacional (NMG), fundado por un allegado de Putin.
En 2018, el diario británico 'The Sun' aseguró que Alina Kabaeva estaba desaparecida, algo que hubo quien relacionó con los rumores de un supuesto nuevo embarazo, que la convirtió de nuevo en madre, esta vez de gemelos.
Como es habitual, Vladimir Putin no ha hecho nunca declaración alguna sobre estos rumores que le otorgan una familia numerosa. Una de las pocas ocasiones en las que hizo referencia a su vida privada fue cuando, en el año 2019, aseguró estar dispuesto a volverse a casar: “Como una persona respetable tendré que hacerlo en algún momento”. Una declaración tras la que muchos esperaban una posible boda entre Putin y Kabaeva.
Otra posible hija secreta
Pero aún hay más supuestos misterios en la vida de Vladimir Putin. O al menos eso es lo que aseguran los medios internacionales, que creen que el presidente ruso podría tener otra hija secreta, nacida en el año 2003. Por entonces, algunos rumores relacionaron al mandatario con Svetlana Krivonogikh, una limpiadora de San Petersburgo que, según cuentan, pasó en pocos años de la sencillez a amasar una fortuna cercana a los 100 millones de euros.
Fue entonces cuando Svetlana dio a luz a Luiza, quien, según aseguró un documental impulsado por un opositor de Putin, Alexei Navalhy, podría ser hija del Presidente.