El Gobierno español respalda la opción de Aldo Olcese para ocupar la presidencia de Endesa, que Borja Prado abandonará en la junta de accionistas de la compañía, el próximo 12 de abril. La decisión final corresponde a Enel, socio mayoritario de la eléctrica española, pero la postura del Ejecutivo español no es ni mucho menos un elemento accesorio, dado el papel protagonista de Endesa en un sector estratégico como el energético y el carácter de compañía controlada por el Estado italiano de Enel.
Hasta el momento, el grupo transalpino no ha tomado una decisión sobre quién sucederá a Prado en la presidencia de Endesa, que además pasará a tener el carácter de no ejecutiva. Precisamente, esa circunstancia hace especialmente relevantes los apoyos que los aspirantes consigan en España. En principio, la futura presidencia de Endesa se la disputan Olcese y el expresidente de la CEOE Juan Rosell.
Según ha podido saber Vozpópuli de fuentes conocedoras de la situación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conoce de primera mano la opción de Olcese para aspirar a la presidencia de Endesa así como los planteamientos para la empresa que tiene pensado implantar si finalmente accede a la presidencia. Ambos mantienen una buena relación desde hace tiempo, un factor que también ha sido determinante para que Sánchez haya decidido que Olcese sea su apuesta.
El apoyo del Ejecutivo a Olcese para presidir Endesa se hizo incluso explícito el pasado lunes en Barcelona, en el acto de entrega del premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial a Mariano Puig, expresidente del grupo que lleva su nombre.
La opción de Pablo Casado
Asistentes al acto señalaron a este diario que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, presente en la ceremonia, se refirió a Olcese como la persona más indicada para ocupar el puesto y que contaba con el apoyo de todo el Ejecutivo, incluidos el presidente Sánchez y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Así se lo hizo saber también a Su Majestad el Rey Felipe VI, encargado de presidir la ceremonia y hacer entrega del reconocimiento.
No obstante, no son éstos los únicos apoyos con los que cuenta Olcese en España. También es muy bien visto por el presidente del Partido Popular (PP) y líder de la oposición, Pablo Casado, que igualmente conoce de primera mano su proyecto. El apoyo del actual Ejecutivo podría ser efímero si las próximas elecciones generales del 28 de abril devuelven al PSOE a la oposición.
En este caso, a favor de Olcese juegan los diez años como patrono de la Fundación FAES, ligada al PP, y su papel como asesor independiente del primer Gobierno de Mariano Rajoy, precisamente en el marco de la gran reforma del sector energético que abordó en el año 2013, desde el Ministerio de Industria que lideraba José Manuel Soria.
La traba política de Rosell
Además, la actitud de Juan Rosell sobre el 'procés' hace que las simpatías de Casado no vayan a ir a parar al que fuera presidente de la patronal, que fue acusado de ser demasiado tibio en sus declaraciones en el contexto del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y la declaración unilateral de independencia a cargo del Gobierno catalán liderado por Carles Puigdemont.
La deriva de los acontecimientos terminó con un gran número de empresas sacando su sede social de Cataluña, entre ellas las de mayor tamaño y trascendencia como Caixabank, Banco Sabadell, la entonces denominada Gas Natural Fenosa (hoy Naturgy), de la que Rosell era consejero, y Abertis.
Precisamente, Italia es el escenario en el que menos claras están las posiciones. En principio, Rosell tendría alguna ventaja ante el consejero delegado de Enel, Francesco Starace, con el que mantiene una buena relación. Sin embargo, las dudas surgidas sobre la idoneidad del ex presidente de CEOE podrían incrementar el peso de España en la decisión final.
