Nueva rebaja de tipos del Banco Central Europeo (BCE). El eurobanco ha cumplido el guion esperado por el mercado y ha aplicado otro recorte de 0,25 puntos en el precio oficial del dinero, que se sitúa en el 3%. Se trata de la cuarta rebaja del año y la tercera consecutiva a medida que se controla la inflación.
“La decisión de bajar el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito (de refencia desde hace tres meses) se basa en su evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria. El proceso de desinflación sigue avanzando", reza el comunicado del organismo para justificar su decisión.
Algunos inversores apostaban hace unas semanas por una estrategia más agresiva en la relajación de la política monetaria. Pero el IPC de la zona euro repuntó en noviembre hasta el 2,3%, por encima del objetivo sacrosanto, y aplacó esta expectativa. En Fráncfort no quieren dar pasos en falso y no apretarán más el acelerador hasta que de por zanjada la crisis de precios que se inició en 2022.
Esta meta parece que está cada vez más cerca. Los expertos del Eurosistema estiman que la inflación general se situará, en promedio, en el 2,4% en 2024, el 2,1% en 2025 y el 1,9% en 2026. Es decir, mejoran en los dos primeros casos sus estimaciones en una décima sobre las últimas elaboradas en septiembre. Para 2027, en el BCE esperan que la inflación repunte al 2,1%, pero dentro del objetivo.
Para la inflación subyacente, excluidos la energía y los alimentos, la previsión es que se situé, en promedio, en el 2,9% en 2024, el 2,3% en 2025 y el 1,9 % tanto en 2026 como en 2027.
PRESIÓN DE LOS SALARIOS
"La mayoría de los indicadores de la inflación subyacente sugieren que la inflación se estabilizará de forma sostenida en torno al objetivo del consejo de gobierno del 2% a medio plazo", proclama el eurobanco, que, no obstante, advierte de que la inflación interna ha descendido, pero "sigue siendo elevada", principalmente porque los salarios y los precios en algunos sectores están aún ajustándose a la fuerte subida anterior de la inflación con un "retraso considerable".
El BCE ya detecta que las condiciones de financiación están relajándose, fruto de los cuatro recortes de tipos aplicados en 2024. No obstante, avisa, estas condiciones siguen siendo estrictas, debido a que la política monetaria es aún restrictiva y a que las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose al saldo vivo del crédito concedido.
MENOR CRECIMIENTO
En cuanto a la situación económica, el BCE es más pesimista. Los expertos del banco central prevén ahora una recuperación económica más lenta que en las proyecciones de septiembre. Aunque el crecimiento repuntó en el tercer trimestre de este año, sus estimaciones apuntan a que se ha ralentizado en este trimestre. En conjunto, se prevé un crecimiento de la economía del 0,7% en 2024, del 1,1% en 2025, del 1,4% en 2026 y del 1,3% en 2027. Se trata de un empeoramiento de una décima para este año y 2026, y de dos décimas para 2025.
"La recuperación estimada se basa principalmente en el incremento de las rentas reales, que debería permitir a los hogares consumir más, y a las empresas aumentar la inversión. Con el tiempo, la desaparición gradual de los efectos de la política monetaria restrictiva debería respaldar una recuperación de la demanda interna", confían los expertos del Eurosistema.
Los inversores esperan que el BCE recorte las tasas de interés en cada una de sus próximas reuniones al menos hasta junio. Se prevé que la tasa de depósito, de referencia desde septiembre, llegue al 1,75% en 2025. Un nivel considerado por muchos economistas como neutral, a partir del cual no tiene efectos sobre el crecimiento.