La Comisión Europea puso en marcha en 2023 una plataforma conjunta de compras de gas para conectar a vendedores y compradores sin la participación del gas ruso. Una alternativa que no ha funcionado. Los datos del pasado año muestran que el gas desde Rusia sigue llegando a Europa, por ello, el equipo de Maroš Šefčovič, vicepresidente ejecutivo para el Pacto Verde Europeo, ha convocado de urgencia a empresas como Naturgy, Enagás, TotalEnergies, Shell, Eni o Exxon para explicarles el nuevo plan.

La plataforma de compras conjunta de gas, denominado AggregateEU, acabó en diciembre de 2023 y resultó ser un fracaso. Aunque la Comisión y el equipo de Šefčovič mantienen que este mecanismo ha sido un éxito, las empresas evidencian a Bruselas que en 2023 el mercado ha sido la mejor manera de mantener el suministro en Europa a los precios más razonables. 

Pero el ánimo de la Comisión no decae. El pasado 5 de febrero, el comisario para el Pacto Verde insistía a las grandes gasísticas en una “mesa redonda de alto nivel” que esta alternativa debe adaptarse a las necesidades y hacerse permanente para, por fin, las empresas de la Unión Europea puedan abandonar sus contratos de suministro con Rusia.

El único cambio que Šefčovič es quitar las exigencias de compra. Esta plataforma obligaba a los países de la UE a comprar en esta plataforma el equivalente al 15% de su almacenamiento de gas. Una salida al estrés del mercado que se ha generado. La plataforma venía a evitar la 'sobredemanda' que disparó los precios en 2022 y provocó en 2023 una sobreoferta que los hundió.

La reunión entre Bruselas y las empresas sirvió para trasladar la decisión de que la plataforma se convertirá en "permanente" antes de las elecciones de junio a través de nuevo "paquete energético", permitiendo a los participantes a que cierren acuerdos de compra y venta de mayor duración a que los que se cerraron en 2023.

Las empresas matizan a Bruselas

Las empresas sostienen que el mercado del gas, tal y como funcionaba hasta ahora, sigue siendo la mejor manera de equilibrar la oferta y la demanda ante el corte del suministro ruso. Porque la intención era eliminar las compras de gas ruso entre los países miembros y no se ha logrado. Es más, se ha estresado más.

La Comisión Europea celebraba ante las empresas que la dependencia del gas de Rusia ahora se sitúa en el 15% desde el 24% de 2022. Su dato se matizaba porque, entre otros movimientos, se producía gracias al cierre de las tuberías que conectaban Rusia con países como Alemania y la dependencia de los metaneros se mantiene. 

Existen países miembros como Bélgica, Francia o España que han compensado esta caída. Según el balance anual 2023 de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), España ha recibido desde Rusia en 2023, con esta plataforma activa, casi 72.700 gigavatios hora de gas natural, un 29,8% más que en 2022 y prácticamente el doble que en 2021.

Un aliado inesperado

El AggregateEU se creó con el objetivo de diversificar el suministro energético de la UE y excluir el gas ruso de la compra conjunta. Un elemento central de los esfuerzos de Bruselas de desintoxicarse de los hidrocarburos de Vladimir Putin, pese a que el gas de origen de Rusia sigue sin veto a diferencia del petróleo del mismo origen.

La medida se calificó en el verano de 2023 en sus primeros intercambios como un "éxito extraordinario" ya que los proveedores ofrecieron, según datos de Bruselas, un total de 13,4 millones de metros cúbicos (bcm) de gas para atender una demanda agregada de 11,6 bcm, que aseguraba la llegada de gas a Europa para este invierno.

El cierre de 2023 no ha satisfecho estas cifras de verano. El gas ruso ha seguido llegando, no obstante, el mejor aliado de la Comisión Europea ha sido la climatología porque los precios se han mantenido bajos en el cierre del año por la baja demanda y este bajo rendimiento de su plataforma ha pasado desapercibido.