Nada más y nada menos que 25.000 millones. Esta cifra representa la parte del déficit que no se podrá corregir con la normativa actual y que el próximo Gobierno tendrá que resolver poniendo en marcha nuevas medidas. La mejora del ciclo económico y el sistema tal y como lo conocemos no bastarán para garantizar la estabilidad Presupuestaria en España. "Cualquier gobierno que llege tendrá que afrontar ese reto", asegura públicamente el presidente de la Autoridad Indpendiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá.
¿De dónde salen estos 25.000 millones? El presidente de la AIReF explica que a finales de 2018 o principios de 2019 el viento de cola que ha impulsado la economía estos últimos años, dejará de hacerlo, lo que permitirá que aflore la situación estructural que padecen desde hace tiempo las cuentas públicas. Para llegar a esta conclusión Escrivá compara la situación actual de ingresos y gastos con la del año 2002, un año que se considera "acíclico" y que permite hacer una comparación razonable.
Concluye que la presión fiscal está actualmente en una situación similar a la de ese ejercicio, aunque los ingresos serán algo superiores en 2019 de lo que lo fueron en 2002, debido, sobre todo, al IVA. Los gastos, por su parte, se quedarán 2,5 puntos por encima del nivel marcado en 2002. La diferencia del gasto se explica, fundamentalmente, por el aumento de la partida destinada a financiar las pensiones en los últimos años, un gasto estructural que de hecho seguirá creciendo en los próximos años.
Escrivá reconoce que una de las opciones más seguras para reducir ese déficit sería subir los impuestos
De hecho, más de la mitad del déficit estructural que observa la AIReF (unos 15.000 millones) se debe al agujero de la Seguridad Social. El resto (10.000 millones) se reparte a partes iguales entre el Estado y las comunidades autónomas. Para corregir ese déficit, Escrivá cree que se puede avanzar en la mejora de la eficiencia para reducir algo el gasto, pero también reconoce que la otra vía que se puede recorrer es la de subir los impuestos.
Otro de los problemas que tendrá que afrontar el nuevo gobierno será la "complicada situación" que se ha generado con las autoridades europeas a raíz de los incumplimientos del déficit. A pesar de haber evitado la temida multa al principio de verano, Escrivá cree que la situación española se puede agravar en los próximos meses cuando haya que presentar el plan presupuestario de 2017 y un informe adicional explicando las "medidas efectivas" que se van a tomar para reducir el déficit. El 15 de octubre, para ser más exactos.
Y menos de un mes después, entre el 5 y el 8 de noviembre, la Comisión publicará sus nuevas previsiones y dirá si ve a España capaz de acabar con un saldo del 4,6% este año y del 3,1% en 2017, tal y como fijó tras la última prórroga. En esa misma semana evaluará los planes presupuestarios enviados en octubre y, posiblemente, el informe de España sobre las medidas efectivas. Otra fecha límite será el 8 de diciembre, el día que acaba el plazo para poner en marcha esas acciones efectivas. Y en mayo de 2017 se verá si España ha cumplido finalmente con el 4,6%.
Escrivá avisa de que si no se toman medidas efectivas antes del 8 de diciembre la Comisión puede imponer a España una multa de 5.000 euros
"Veo que hay poco conocimiento sobre lo que tenemos por delante y es muy importante", sostiene el presidente de la AIReF, que asegura con preocupación una y otra vez que estos procedimientos están muy reglados y funcionan "sí o sí". Y si España no cumple con el objetivo del 4,6% o si Bruselas constata de nuevo que no se han tomado medidas, se aplicará un nuevo artículo del Pacto de Estabilidad que puede suponer una multa mayor que la que evitó Luis de Guindos. Podría llegar a cinco décimas de PIB, unos 5.000 millones, y ser irreversible. Además, se podría dificultar la financiación a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y aplicar una supervisón reforzada con informes trimestrales y visitas regulares de funcionarios europeos.
Y lo cierto es que la situación no pinta muy bien. Tal y como sostiene el propio Escrivá, la situación política ha provocado que el país no cuente aún oficialmente con objetivos de déficit para este año y el próximo. Es cierto que Bruselas planteó este verano una nueva senda, pero hasta que el Gobierno no apruebe el reparto de la misma en Consejo de Ministros y lo lleve al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y a las Cortes no será oficial. "Hay dudas de que se pueda hacer en funciones", reconoce Escrivá. Tampoco hay Presupuestos ni se ha planteado aún el decreto para recuperar el mínimo obligatorio en Sociedades, imprescindible para cumplir el objetivo del 4,6%. Sin esa medida, el objetivo será inalcazable.
Las propuestas de la AIReF
A su parecer, todo esto dibuja un panorama muy "complejo y difícil" y plantea retos importantes a medio plazo. Hay debilidades claras en el marco institucional que urge resolver. Por eso, propone elaborar un plan presupuestario a medio plazo "realista y creíble" para afianzar la sostenibilidad de las cuentas públicas. Además, hay que seguir avanzando en el refuerzo del marco institucional nacional, aumentar la transparencia e incrementar la corresponsabilidad fiscal en el conjunto de los niveles de gobierno para lograr la estabilidad presupuestaria, lo que incluye una mejora del CPFF. Y es necesaria una reforma normativa para mejorar el marco de disciplina presupuestaria y las reglas fiscales.