Isidro Fainé se convertirá mañana en el presidente del primer banco por tamaño de España, desbancando en el ránking a Francisco González, presidente del BBVA. El principio de acuerdo alcanzado entre La Caixa y Banca Cívica para fusionarse se refrendará este lunes por sendos consejos extraordinarios de ambas entidades, después de unas últimas horas muy intensas de negociaciones para cerrar los flecos de la operación. El nuevo grupo se convertirá en el líder del negocio financiero nacional con alrededor de 355.000 millones en activos,y 179.000 millones en depósitos ,desplazando a BBVA, que tras la compra de Unnim, suma 340.000 millones. El Santander queda relegado, por el momento, al tercer lugar. El grupo que preside Emilio Botín es el principal favorito para convertirse en el nuevo dueño de CatalunyaCaixa, como ha adelantado esta semana Vozpópuli. Si así fuera, volvería a retomar el liderazgo del negocio financiero nacional.
La operación se realizará finalmente sin ayudas públicas ni aportaciones del Fondo de Garantía de Depósitos, sino mediante un canje de acciones de ambas entidades cotizadas. Durante toda la jornada de ayer, se continuó la negociación por ambas partes del precio final al que se realizaría este cambio accionarial. “No se conocerá la ecuación definitiva hasta el mismo lunes. Todavía quedan algunos ajustes”, comentan fuentes conocedoras de la operación. El precio definitivo puede cerrarse, según estas fuentes, en la horquilla de los 1,90 euros y los 2,4 euros por título, precio ligeramente superior al de cierre de mercado de Banca Cívica del pasado viernes. En la actualidad, la capitalización bursátil del grupo catalán es casi 10 veces superior a la del SIP de los dos presidentes.
La entidad que suma a la CAN, Cajasol, CajaCanarias y Caja de Burgos debutó en Bolsa el pasado 19 de julio, a 2,70 euros por acción, lo que suponía un descuento del 60% sobre su valor en libros. Desde entonces, sus acciones se han deprecidado un 17,8%. El viernes cerraron la sesión en los 2,22 euros por títulos, tras una caída del 6,33%. Mientras, las acciones de Caixabank cerraron en los 3,14 euros, con una pérdida del 0,91%.
Ambas entidades se complementan en presencia territorial y, con la operación, La Caixa ganará peso especialmente en el norte de España y Canarias. Los contactos se iniciaron hace más de dos meses, cuando Banca Cívica manejaba otras líneas de negociación con otras entidades. De hecho, durante este tiempo, el grupo que preside Antonio Pulido y Enrique Goñi estuvo muy cerca de cerrar la integración con Ibercaja. Como informó este diario, las negociaciones entre Banca Cívica y la entidad aragonesa se encallaron entorno al nombre del consejero delegado de la entidad común. Mientras Ibercaja propugnaba a José Luis Aguirre, consejero delegado de Ibercaja, desde el SIP se defendía el nombre de Juan Odelín.
Banca Cívica intensificó la búsqueda de un socio al no poder cumplir con las nuevas exigencias de provisiones para el saneamiento inmobiliario que exige el nuevo decreto sobre reforma financiera. El grupo que integra a las cuatro cajas necesita 2.031 millones para sanear su ladrillo, una cifra imposible de conseguir en solitario. De hecho, algunas fuentes aseguran que necesitaría los beneficios de diez años para cumplir con la exigencia. Además, Banca Cívica recibió 1.000 millones del FROB de primera generación en forma de préstamo que está devolviendo con un interés anual del 8%.
Antes de intensificar las negociaciones con La Caixa, Banca Cívica intentó realizar gran parte del saneamiento contra recursos propios, apelando a la norma internacional contable que posibilita reevaluar activos tras una fusión. De esta manera, este grupo de cajas intentaba seguir en solitario. Sin embargo, Economía cerró la puerta a esta vía, obligándole a una fusión.
La marca Banca Cívica desaparece
La fusión implicará, con toda probabilidad, la desaparición de la marca Banca Cívica. “Este fleco aún está también por cerrarse, pero todo indica que acabará desapareciendo”, afirman fuentes del proceso. Sin embargo, sí se mantendrán las marcas de las cuatro cajas que conforman el SIP, que seguirán gestionando de forma individual la obra social con los dividendos que reciban de los beneficios de Caixabank. Esta es una de las razones por las que Fainé ha decidido la integración en el banco cotizado y no en La Caixa, la matriz del holding financiero catalán. La entidad catalana repetirá esta misma fórmula en el caso de nuevas integraciones, como Novagalicia. Fainé pujará por la caja gallega en el caso de que no consiga inversores y tenga que ser finalmente subastada.
El acuerdo también incluye que Antonio Pulido y Enrique Goñi, los dos copresidentes de Banca Cívica, se integren en el organigrama de Caixabank. Aunque sus funciones es otro de los flecos que aún falta por definirse, fuentes conocedoras del proceso, aseguran que con toda probabilidad tendrán más funciones representativas que ejecutivas.
El nuevo grupo creará un gigante financiero con 6.576 oficinas y 34.793 trabajadores, que obligará a una drástica reducción de capacidad. Según los cálculos de analistas, auditores, sindicatos y un par de bancos de inversión, recogidos por este diario, la entidad fusionada tendrá que recortar alrededor de 15.000 puestos de trabajo y en el entorno de 2.300 sucursales, en ambos casos de forma mayoritaria de La Caixa. El coste de este proceso puede superar los 5.000 millones de euros.
CaixaBank cerró 2011 con 5.182 oficinas en España (5.196 sumando las exteriores), de las que 1.088 están situadas en las autonomías de origen de las cajas de Banca Cívica y contaba con 24.915 empleados (26.993 en todo el grupo CaixaBank). Por su parte, Banca Cívica acabó el pasado año con 1.394 sucursales y 7.800 empleados entre fijos y eventuales. Cataluña será el territorio con menores solapamientos de red de oficinas. Banca Cívica apenas cuenta con 26 oficinas en esta provincia, todas ellas en Barcelona.
Ambas entidades admitieron el pasado 13 de marzo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que se encontraban en proceso de estudio de una integración. Tras rumores de cierre inminente del acuerdo de la operación desde hace una semana, se descartó un anuncio oficial durante el fin de semana dada la coincidencia con las elecciones andaluzas.