La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) está partida en dos. Por un lado, el bando rebelde, con la vicepresidenta María Fernández al frente y cinco consejeros detrás de ella (todos nombrados por el PP), y en el otro, en minoría, pero con el presidente José María Marín Quemada a la cabeza, el bando que agrupa a este último y a sus consejeros afines Idoia Zenarruzabeitia, María Ortiz y Josep María Guinart.
La guerra soterrada que se venía librando desde hace más de un año entre los dos bandos en temas tan escabrosos como el de las multas a las petroleras por pactar precios u otras polémicas resoluciones se ha mostrado ya de forma descarnada por mor del informe de economía colaborativa.
El presidente de la CNMC es defensor de sacar adelante un informe que dé carta de realidad a fenómenos de éxito en Europa (y por supuesto también en España) como los servicios de transporte compartido (Uber, Blablacar…) o alojamientos turísticos privados (Airbnb…), mientras el bando rebelde quiere frenar el desarrollo de este tipo de economía colaborativa, a la que se oponen frontalmente los gremios del taxi y los empresarios hoteleros.
El pleno que este miércoles celebró la CNMC demostró el enconamiento de los dos bandos, justo el mismo día en el que Uber volvía a las calles de Madrid desafiando a los taxistas.
Este miércoles se escenificó la ruptura en dos bandos del organismo, cuyo funcionamiento en los próximos meses podría verse bloqueado en un contexto de ausencia de Gobierno
El grupo díscolo pidió la destitución del responsable del también llamado ‘informe Uber’, Antonio Maudes, director de Promoción de la Competencia, del que critican su “falta de independencia interna”. Marín Quemada lo ha mantenido en el cargo.
Según las fuentes internas consultadas, lo que persigue el bando liderado por la vicepresidenta es no sólo desprestigiar al autor del informe sino mandar éste a dormir el sueño de los justos, en línea con lo que defienden los gremios hoteleros y del taxi y el propio Gobierno en funciones, poco favorable a introducir más libertad de mercado en estos sectores.
Para evitar que el bando rebelde, con clara mayoría en el consejo de la CNMC, tumbara el informe, el regulador decidió sacarlo de nuevo a consulta pública. Según las fuentes consultadas, desde el 11 de marzo se han presentado más de 1.100 alegaciones, la mayoría de ellas de taxistas.
Para 'salvar' el informe, el presidente de la CNMC lo ha vuelto a someter a consulta pública: acumula más de 1.100 alegaciones en sólo 15 días
Con el actual proceso abierto, el nuevo informe no estará terminado hasta el verano. Algunas fuentes apuntan a que si se forma Gobierno, el nuevo inquilino de Moncloa tendrá que tomar cartas en el asunto de la CNMC, dado que hay tres consejeros en funciones desde septiembre y que la negativa en su día del PSOE de proponer consejeros dejó el pleno del regulador escorado claramente hacia el PP.
De esta forma se estaría ganando tiempo para que el actual consejo del CNMC no eche para atrás el informe, en caso de que llegara al pleno para ser votado.
Tras el consejo de este miércoles, el enconamiento de las partes provocará previsiblemente el bloqueo permanente en el funcionamiento de la CNMC. Importantes decisiones y resoluciones ahora en marcha podrían ser bloqueadas por la mayoría rebelde, avisan algunas fuentes.