Desde el pasado lunes, Ferrovial aborda un nuevo intento por hacerse con la empresa australiana Broadspectrum, que ya intentó comprar bajo su antigua denominación de Transfield. Pero Australia es uno de los mercados que la compañía española tiene entre ceja y ceja, lo que le llevará a analizar alternativas sí, como sucediera en la anterior oportunidad, la operación no llega a buen término. El mercado local ya baraja posibles nombres como Cardno, Seymour Whyte o Downer EDI.
Por el momento, el consejo de administración de Broadspectrum no se ha pronunciado acerca de la oferta comunicada el pasado lunes por Ferrovial y que incluye el pago de 1,35 dólares australianos por cada título de la empresa local, lo que supone una prima del 59% sobre el precio de cierre de la sesión anterior a la publicación de la oferta. Está previsto que el máximo órgano ejecutivo de Broadspectrum comunique su recomendación sobre la OPA en los próximos días.
No obstante, la prensa local se hace eco de unas primeras impresiones en el seno de la empresa australiana, que hacen pensar que considerarán insuficiente el precio ofrecido por Ferrovial. Broadspectrum señala que hasta el pasado verano sus títulos cotizaban en el entorno de 1,60 dólares, un 18,5% por encima de la oferta y que, además, está a punto de renovar uno de los contratos más importantes con la administración local: la de la gestión de recintos destinados a refugiados e inmigrantes, valorado en unos 1.000 millones en cinco años.
Pero la fuerte corrección de las acciones de Broadspectrum en los últimos meses no ha sido ni mucho menos casual. La compañía anunció una revisión a la baja de sus previsiones para el conjunto de 2015 y también que no pagará a sus accionistas el dividendo con cargo a las cuentas del ejercicio.
Objetivos de un perfil definido
Todo parece indicar que, en esta ocasión, Ferrovial no está dispuesta a quedarse sin botín en los antípodas. En las últimas horas, el mercado descuenta que la compañía que controla la familia Del Pino ya maneja otras alternativas por si la opción de adquirir antigua Transfield fracasa.
Ferrovial busca un perfil muy concreto de empresa, que sea un notable contratista del Estado y que presente considerables descuentos en Bolsa. Una de las alternativas es la ingeniería Cardno, que ha protagonizado grandes retrocesos en el parqué local después de que fracasara el intento del fondo de capital riesgo Crescent por hacerse con la empresa.
Interesada especialmente por el negocio industrial, Ferrovial podría también fijarse en la local Seymour Whyte que, además, acumula un descenso del 40% en Bolsa desde que se inició el presente año.
Ferrovial lleva mucho tiempo buscando una opción para adquirir una empresa australiana. En su día, el grupo se fijó en los activos que puso a la venta Cimic, filial de ACS, aunque descartó finalmente la adquisición de John Holland por considerar que el precio pedido por el vendedor era demasiado elevado.
Fuentes de la compañía aseguran que Ferrovial está totalmente centrada en la operación de Broadspectrum y atribuyeron a especulaciones y rumores de mercado la aparición de otras posibles opciones de compra en Australia.