Hace no mucho, pocos trimestres atrás, a pesar del continuado castigo a la cuenta de resultados de las entidades, los números rojos sólo estigmatizaban a las cajas controladas por el FROB o aquellas cuyo futuro atisbaba indefectiblemente una ayuda pública. Salvo el Banco de Valencia, intervenido hace casi un año, el resto de socios de la Asociación Española de Banca (AEB) conseguían adecentar sus balances para presentar beneficios. Sin embargo, el cuantioso saneamiento del ladrillo por valor de 83.000 millones, al que obligan los dos decretos Guindos, junto a la caída del negocio financiero en España, ha traspasado las pérdidas a la mayoría de los bancos. Una deriva que sólo Santander, Caixabank y Sabadell lograrán sortear a final de año en las cuentas del negocio español en cuanto a la gran banca se refiere.
Incluso, BBVA cerrará este 2012 con pérdidas en su división en España al absorber completamente el impacto de los dos decretos Guindos. En los nueve primeros meses, BBVA ha provisionado 2.869 millones, lo que ha hecho decrecer los resultados del grupo en un 47% con respecto al mismo período del año anterior. La división española presenta unas pérdidas de 532 millones hasta septiembre, siendo el segundo trimestre consecutivo en rojo. “No volveremos a la senda de los beneficios en España hasta 2013”, reconoce Ángel Cano, CEO de BBVA. “A nivel grupo, BBVA cerrará el año en positivo”, enfatizó el pasado miércoles, durante la presentación de resultados del tercer trimestre.
Entre octubre y diciembre, a la entidad presidida por Francisco González le resta aún por dotar alrededor de 1.500 millones de los planes Guindos, lo que elevará sus números rojos. Este castigo a la cuenta de resultados en España se debe a que BBVA ha decidido impactar completamente los más de 4.500 millones que obligan los dos decretos de saneamiento inmobiliario en su división nacional y no repartir esta carga en el balance del grupo.
BBVA ha decidido impactar los dos decretos Guindos contra su negocio en España, mientras que el Santander reparte esta carga en el balance del grupo
Precisamente, ese planteamiento evita al Santander entrar en pérdidas en su negocio nacional. El banco presidido por Emilio Botín se apunta el impacto de los dos decretos, que ya tiene cubierto en un 90%, en una unidad denominada “actividades corporativas” que compensa con las plusvalías de otras divisiones del grupo. Santander tiene que sanear únicamente 700 millones hasta diciembre de los dos decretos gubernamentales. La entidad, sin plusvalías ni extraordinarios, espera alcanzar un nivel de beneficios en España en el entorno de los 1.500 millones, alrededor de 400 millones más de los firmados hasta septiembre. “Santander no registrará pérdidas en España”, aseguran desde la entidad.
Su filial, sin embargo, tiene más difícil cerrar el año en positivo. Banesto registró un beneficio de 50 millones hasta septiembre, un 83,2% menos, tras realizar dotaciones y saneamientos por valor de 1.462 millones. La filial del Santander aún debe provisionar alrededor de un 20% las exigencias de los dos planes Guindos lo que le llevará probablemente a pérdidas en sus cuentas indiduales. La entidad presidida por Antonio Basagoiti ya registró números rojos por valor de 173 millones en el último trimestre de 2011, al adelantar un saneamiento de 400 millones en su cartera inmobiliaria. “Fuera del consolidado con el Santander, Banesto tendrá complicado no dar pérdidas”, admiten fuentes del sector.
Bankia liderará las pérdidas del sector con un volumen negativo cercano a los 10.000 millones al cierre de ejercicio. Los números rojos del Popular alcanzarán los 2.300 millones
Además de Santander, Caixabank y Sabadell también se librarán de las pérdidas a final de año por las adquisiciones de Banca Cívica y CAM, respectivamente. La fusión permite al banco presidido por Isidro Fainé contar hasta junio de 2013 para realizar todo el saneamiento del segundo decreto Guindos puesto que Caixabank cubrió completamente el efecto del primero en los resultados del primer trimestre. En el caso del Sabadell, el cuantioso Esquema de Protección de Activos (EPA), cercano a los 20.000 millones, logrado por adquirir la CAM permite asegurar a Jaime Guardiola, consejero delegado de la entidad, que “no se registrarán números rojos a final de año”.
Bankia liderará las pérdidas del sector con un volumen negativo cercano a los 10.000 millones a final de año. Hasta septiembre, acumula un deterioro en la cuenta de resultados de 7.053 millones, las mayores pérdidas en la historia financiera española. Por su parte, el Popular cerrará el año con unas pérdidas cercanas a los 2.300 millones, pese a que en este trimestre sigue todavía en negro (251 millones). Precisamente, la entidad presidida por Ángel Ron tiene que provisionar entre los decretos de febrero y mayo algo más de 7.000 millones, de los que todavía tiene que dotar más de la mitad (algo más de 4.000 millones).
En los nueve primeros meses, la gran banca ha registrado unas pérdidas conjuntas de 3.169 millones. Sin tener en cuenta el efecto de Bankia, los números se maquillan hasta unos beneficios de 3.884 millones, lo que no evita un desplome del 61% en el interanual. Hace un año, Santander, BBVA, Caixabank y Popular arañaban los 10.000 millones de ganancias.