Las familias activan el modo ahorro. A pesar de que los bancos están trasladando rápidamente a la remuneración las rebajas de tipos del Banco Central Europeo (BCE), los hogares han disparado un 23% los depósitos a plazo en tan solo un mes y los han aumentado en 19.005 millones de euros. Un nivel no visto desde enero de 2017.
El colchón nuevo en el tradicional producto de ahorro se concentra en los depósitos de menos de un año (16.896 millones), según los registros oficiales del Banco de España, correspondientes a octubre. En ese mismo mes, los bancos aplicaron un recorte del 8,2% en el interés que pagan por dejar inmovilizado el dinero.
El tipo medio ponderado al que remuneran los bancos españoles el ahorro de las familias alcanza el 2,25%, frente al 2,45% de septiembre. Se trata de una caída superior al 15% respecto a lo que pagaban en junio, cuando el BCE decidió cambiar el paso en su política monetaria e inició la senda de rebajas del precio oficial del dinero.
En el caso de las empresas, la tendencia es contraria a la de las familias. Los depósitos nuevos en sus manos cayeron un 4,5% mes contra mes, hasta los 21.055 millones. Y eso que la remuneración media es más alta que la que reciben los hogares: del 2,85%.
Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell y Bankinter se resistieron desde un primer momento a pagar por los depósitos cuando el eurobanco decidió subir los tipos a finales de 2022 y los llevó a máximos de más de 20 años. Esto propició varias reprimendas en público del banco central, que ponía de manifiesto que en el resto de Europa los bancos trasladaban más rápido el precio del dinero al pasivo, e incluso el Gobierno amagó con legislar para obligar a las entidades.
Más bajadas del interés
Con la inflación más controlada, aunque aún por encima del objetivo sacrosanto del 2%, el BCE se dispone a aplicar su cuarta rebaja de tipos en 2024 en su próxima reunión de política monetaria del 12 de diciembre. La duda es si apretará más rápido los recortes por las amenazas de recesión económica o se decantará por aplicar otro de 0,25 puntos porcentuales.
El BCE advierte de que se puede abrir una guerra por el pasivo si la demanda de crédito aumenta, a pesar del contexto de bajos tipos
El consenso de mercado anticipa que los tipos caerán desde el 3,25% actual hasta el 1,75% a finales de 2025. Aunque hay firmas que prevén que se sitúen por debajo del 1,5% e incluso se acerquen al nivel del 1% si finalmente Donald Trump impone aranceles de entre el 10% y el 20% a las importaciones europeas.
De todas formas, una nueva era se puede abrir para el ahorrador aunque los tipos oficiales empiecen a caer con fuerza. Desde el BCE se advierte de que se puede iniciar una guerra del pasivo por la retirada de la liquidez que ha empezado a aplicar el banco central, sobre todo a partir de enero de 2025, cuando dejará vencer toda la deuda pública que tiene en sus manos (cerca de 400.000 millones en el caso de España) y no volverá a comprar nuevos bonos.
Demanda de crédito
Los bancos necesitarían en este escenario cada vez más fondos de familias y empresas, si bien dependerá de la demanda de crédito y si esta repunta con fuerza, como esperan en algunos departamentos financieros de las grandes entidades del país.
De hecho, ya se detecta un cambio de tendencia para el crédito. Tras 15 años de caídas desde el estallido de la burbuja en 2008, la financiación a hogares y empresas acelerará a partir del año, tal y como contempla el equipo directivo de CaixaBank en su nuevo plan estratégico hasta 2027. Se espera una fuerte demanda de crédito con más inversión de empresas y la recuperación del consumo, con un mercado de vivienda todavía con síntomas de fortaleza.