La factura de la luz de El Corte Inglés, Carrefour o Ikea se ha disparado un 75% en el último año. Así se desprende de los datos que maneja la patronal Anged, que ha realizado una estimación media del aumento con las cifras aportadas por estas empresas.
En concreto, Anged calcula que el precio de la electricidad se ha multiplicado por cuatro en estos establecimientos. Un aumento que se debe a que es un "sector intensivo en consumo eléctrico", lo que se refleja desde la iluminación habitual de las tiendas hasta la electricidad necesaria para refrigerar alimentos en neveras o cámaras.
El incremento de estos costes se está trasladando ya al precio final al que los clientes compran los productos, aunque de una manera más lenta que el IPC general. Así, si atendemos a las cifras de marzo -puesto que de abril solo está disponible aún el IPC adelantado-, la diferencia entre el IPC general y el índice de alimentación es de 3 puntos, del 9,8% al 6,8%.
Esta diferencia "señala el esfuerzo de contención que está haciendo el sector para no trasladar todo el incremento de costes que se está produciendo", insisten fuentes de Anged, que recalcan que el pasado marzo continuaron los efectos que han distorsionado la cadena de suministros de materias primas, producción y transportes. Asimismo, la guerra de Ucrania ha acentuado la subida de precios de combustibles y energía, mientras que en España, reconocen, el paro de transporte se materializó "en subida de precios de alimentación no elaborada por acaparamiento.
"Mientras dure esta coyuntura se deberían adoptar medidas en dos frentes. Por un lado, realizar una profunda revisión de aquellas normas vigentes o previstas que representen un incremento adicional de los costes de las empresas. Por otro lado, dotar a las empresas de un marco de flexibilidad imprescindible para cumplir los objetivos y ajustarse a las nuevas condiciones del entorno económico”, explicaba Javier Millán-Astray, vicepresidente ejecutivo de Anged, durante la presentación de su último barómetro.
De El Corte Inglés al pequeño comercio
No obstante, no son las grandes empresas como El Corte Inglés las únicas que ya están notando en su recuperación el golpe de la luz. El pequeño y mediano comercio, de hecho, lleva meses alertando de su preocupación por los efectos de la inflación en las tiendas.
"Preocupa especialmente el reflejo de la actual dinámica de inflación en el precio final del los productos y la consiguiente afectación en la capacidad de gasto de las familias", explicaba la Confederación Española de Comercio (CEC)., que apuntaba: "Además, el posible aumento de los costes sobrevenidos referenciados a la evolución del IPC para las pymes y autónomos del comercio es otro de los factores que puede lastrar la recuperación del sector".
