La Seguridad Social perdió 30.051 afiliados medios en noviembre. Es el peor registro de los últimos cinco años, devolviendo a la tendencia prepandemia, cuando de media se destruían 36.500 empleos en este mes. El paro bajó en 16.036 personas, un buen registro si se compara con el periodo 2016-2019, pero un dato significativamente inferior al registrado en los últimos años. La consecuencia de que se destruya empleo y baje el paro apunta a la reforma laboral y el uso del contrato fijo discontinuo en la hostelería.
El fin de la temporada turística, que se alarga cada vez más, suele venir aparejado de una destrucción de empleo en la hostelería en noviembre. Este año, según los datos de Seguridad Social, se han perdido 118.721 empleos, destacando comunidades como Baleares. La campaña del Black Friday, con 23.297 nuevos empleos en el sector del comercio para atender la demanda en el periodo prenavideño, y las últimas contrataciones en la educación (27.430) compensan esta destrucción, aunque en menor medida que el año pasado.
En todo caso, los datos absolutos siguen siendo positivos. España tiene aún 21,3 millones de afiliados y 2,6 millones de parados registrados. El Ministerio de Trabajo destaca que la cifra de desempleo es "la más baja en este mes desde 2007", mientras que Seguridad Social apunta que "es el noviembre con mayor nivel de empleo de la serie histórica, al contar con 496.389 afiliados más que hace un año (+2,4%)". "Aunque se trata de 30.051 ocupados menos que en octubre, es un comportamiento levemente mejor que la media de 2017, 2018 y 2019", añade.
A diferencia de los dos años anteriores, es que el paro no ha bajado más de lo que ha caído el empleo. En noviembre de 2023 se perdieron 11.500 empleos y el paro bajó en 24.500 personas, y en 2022, la afiliación descendió en 155 y el paro, en 33.500. Puede haber varias explicaciones: que haya más nuevos jubilados que nuevos empleados, lo que baja la afiliación pero no implica un crecimiento del paro; o que aquellos que han perdido su trabajo no se hayan inscrito en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) porque no tienen derecho a paro.
También puede haber desempleados que hayan agotado la prestación o se hayan desanimado en la búsqueda de empleo y desaparezcan de la estadística. La economía sumergida y los migrantes son otros factores a tener en cuenta. Y la última hipótesis y más probable es que aquellos que han causado baja en la Seguridad Social son trabajadores fijos discontinuos a los que el empresario ha desactivado y, pese a haberse inscrito en el SEPE e incluso cobrar una prestación, no se incluyen en la estadísticas del paro registrado.
Este fenómeno está ocurriendo con la reforma laboral, que acaba con el contrato temporal por obra y servicio a favor del indefinido, donde se encuadra esta polémica modalidad. El SEPE no desagrega el dato de fijos discontinuos inactivos (aunque se comprometió a hacerlo en enero), pero sí publica datos más amplios de la categoría en la que se encasillan. A falta de que se publiquen con algo más de detalle, en los datos difundidos este lunes se percibe un aumento de 75.591 demandantes de empleo ocupados.
El impacto de la DANA
Finalmente, por el momento los datos de empleo no reflejan el impacto de la DANA en Valencia. Los cotizantes a la Seguridad Social en la Comunidad Valenciana aumentaron en noviembre en 12.618 personas respecto a octubre, 11.217 sólo en Valencia. Hay que tener en cuenta que el Gobierno puso en marcha los ERTE por fuerza mayor con carácter retroactivo al 29 de octubre con el objetivo de evitar una destrucción definitiva de puestos de trabajo.
Sin embargo, los afectados por un ERTE de fuerza mayor se mantuvieron estables en noviembre, por debajo de las 2.000 personas, según los registros de la Seguridad Social. El Gobierno asegura que ya hay más de 28.300 trabajadores acogidos a este mecanismo como consecuencia de la DANA, pero de momento no figuran en las estadísticas que ha difundido el Ejecutivo este martes.
esnalar
03/12/2024 15:14
Y dicen todos ufanos que 'progresamos'. ¿Os lo creéis?