Standard & Poor´s ha ofrecido una pequeña tregua crediticia, como refleja su informe The tide may be turning for Eurozone sovereigns following the June 29 Summit. Es decir, la corriente podría estar cambiando, algo vital para las grandes compañías del Ibex, que sienten una gran presión por la calificación crediticia de España. Si volviera a caer, su acceso a los mercados se complicaría aun más. S&P ofrece unas semanas, de momento.
Una rebaja en la calificación crediticia de España, que está ahora mismo en una BBB+, pondría a grandes corporaciones españoles al borde de perder el grado de inversión o incluso les hundiría como bono basura casi de manera automática. Eso se traduciría en un tremendo incremento de costes financieros para refinanciar su deuda, en un escenario de contracción de beneficios generalizada.
Hay temor entre las grandes empresas, pero al menos la agencia de calificación promete tiempo. La entidad reconoce como un inesperado avance el acuerdo de la pasada reunión del Consejo Europeo del 29 de junio. La posibilidad de que el Fondo de Rescate compre deuda, unida a que este vehículo pueda capitalizar directamente a los bancos y que no sea acreedor preferente son cuestiones que S&P valora positivamente. Todo ello, unido al Pacto por el Crecimiento, además.
Así, aunque insisten que permanecen fuertes riesgos a pesar de estos avances, la agencia afirma que estará atenta al desarrollo de los acontecimientos “en las próximas semanas”. Una promesa implícita de wait and see que necesitan los mercados.
Tal vez el título del informe sea demasiado ilusionante, ya que un cambio en la tendencia crediticia significaría un giro hacia las subidas o al menos hacia la estabilidad de ratings. Esta última posibilidad sería también muy positiva, en un momento como el actual, en el que la financiación del Estado está más tensionada que nunca.
La evolución fiscal y del déficit será una de los claves de estas decisiones, sin duda, pero de momento parece que se ha suavizado la presión bajista sobre las calificaciones, que dirigía inexorablemente a España hacia bono basura.