Guindos llevará el lunes a Bruselas un abanico de medidas por valor de hasta el 3% del PIB para negociar una relajación del objetivo de déficit de 2012 hasta el 6,9%. Además de la subida de los impuestos indirectos y la supresión de la ayuda a la vivienda, el Ejecutivo tiene sobre la mesa acortar el paro, suprimir la paga extra a los funcionarios, adelantar la entrada en vigor del retraso en la edad de jubilación, congelar las pensiones, vender edificios públicos, privatizar teles, más ajustes en las autonomías, copagos, peajes, tasas y recortes a las renovables.