La Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) ha afirmado este lunes que el impuesto catalán sobre bebidas azucaradas "no se ha notado", y confía en poder trabajar con el nuevo Govern de Cataluña para abordar esta cuestión desde la educación y la formación al consumidor.
Así lo han explicado este lunes en un almuerzo de prensa el presidente de Anfabra, John Rigau, y el director general de la asociación, Josep Puxeu, en el marco de Alimentaria y Hostelco, que se celebran conjuntamente en el recinto Gran Via de Fira de Barcelona.
Ambos han reaccionado así al ser preguntados por un un estudio presentado recientemente por la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y la Universitat de Barcelona (UB) que expone que desde la entrada en vigor del impuesto en mayo del año pasado ha bajado un 22% el consumo de este tipo de bebidas.
Puxeu ha defendido que según datos de Global Data, el sector registró en España unas ventas de 4.600 millones de euros en 2017, un 0,3% más que en 2016, y que la producción aumentó hasta los 4.400 millones de litros: "No vamos a entrar a valorar un estudio que sólo utiliza datos de una cadena de supermercados que tiene el 10% del mercado de Cataluña".
Rigau también ha expuesto que pese a la entrada en vigor del impuesto el sector no ha llevado a cabo traslados de sus plantas: "No se han dado deslocalizaciones como represalias ni se han frenado inversiones".
Pese a esta escasa incidencia del impuesto catalán, según Anfabra, la asociación presentará a través de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (Fiab) un recurso contencioso administrativo por considerar el gravamen discriminatorio.
El impuesto, que grava ocho céntimos por litro o 12 según la cantidad de azúcar de la bebida, se aplica a refrescos o sodas, bebidas de néctar de frutas y zumos de frutas, bebidas deportivas, bebidas de té y café, bebidas energéticas, leches endulzadas, bebidas alternativas de la leche, batidos y bebidas de leche con zumo de fruta, bebidas vegetales y aguas con sabores.
Tendencia sin azúcar
Rigau ha defendido que es el propio consumidor quien avanza hacia bebidas sin azúcar, y de hecho el 30% de los refrescos en España son 'light': "Este impuesto demoniza a una categoría que sólo representa el 2% de la ingesta de calorías, por lo que no es una solución a la obesidad o la diabetes".
Además, ha afirmado que en el periodo 2005-2016 la industria de bebidas refrescantes ha reducido el azúcar puesto en el mercado un 28%, y el sector se ha comprometido a reducir un 10% adicional hasta 2020 en el marco de un acuerdo con la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) del ministerio de Sanidad.
"No nos ponemos a trabajar porque los impuestos nos amenacen, sino porque la reducción de azúcar es una tendencia clara", ha insistido Rigau.
Puxeu ha indicado que incluso los lineales que no contaban con bebidas reducidas en azúcar han "corrido" para incluirlas entre su surtido de referencias.
Según datos de Anfabra, el sector genera un total de 9.506 empleos directos y 71.190 directos, y realiza una contribución fiscal de 1.415 millones de euros entre IRPF (384), impuesto de sociedades (80), cotizaciones sociales (554) e IVA (396).
