Economía

Recetas contra el paro estructural: más gasto en políticas activas y contratos más sencillos

También hay que impulsar el autoempleo, mejorar la competencia de la economía y orientar la formación hacia las habilidades que demanda el tejido productivo en estos momentos.

  • La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez

El paro cerró el año 2016 en el 18,6%, su nivel más bajo en siete años. Y, según las previsiones del Gobierno, bajará al 16,6% en 2017. Pero algunos analistas ven demasiado optimista esta estimación y creen que a partir de ahora será difícil seguir reduciendo el desempleo porque la tasa está ya muy cerca de su nivel estructural.Por ejemplo, Asempleo, la patronal de Agencias de Empleo y Empresas de Trabajo Temporal, cree que la tasa de paro estructural ha subido seis puntos durante la crisis y está ya en el 18%. Es decir, el nivel que marca en estos momentos. Funcas, por su parte, es algo más optimista y reduce esta tasa al 16%.Con cualquiera de las dos cifras parece difícil seguir reduciendo el desempleo, lo que, según la fundación, podría tener implicaciones en el crecimiento potencial de la economía, el incremento de los parados de larga duración, la exclusión social y los salarios y precios, que podrían afectar negativamente a la competitividad.Por eso hay que actuar y cuanto antes contra esta tasa de desempleo estructural. Funcas tiene varias recetas que pasan por reforzar el gasto en políticas activas, impulsar el autoempleo, aplicar medidas en defensa de la competencia, reducir rigideces en el mercado laboral y otras medidas de carácter estructural.

  •  Reforzar el gasto en políticas activas de empleo. España es uno de los países con menor gasto por parado de la UE-15. En 2016 se destinaron cerca de 5.200 millones a este fin, unos 1.100 euros por parado. En la UE-15, de media, se destinan unos 6.500 euros por parado. Además, la distribución de esta partida tiene que orientarse más hacia la formación, como hace la media de la UE-15, y no tanto hacia las bonificaciones a la contratación. 
  • Orientar la formación hacia la adquisición de habilidades que demande el tejido productivo. En este sentido, adquieren cada vez más importancia las capacidades digitales que requerirán los puestos de trabajo de una economía digitalizada como la que se impone cada vez con más ímpetu. 
  • Impulsar el autoempleo a través de la mejora del clima de negocios. El empleo por cuenta propia apenas representa el 17% del total en España. El desarrollo de actividades económicas que emerjan en la nueva economía requiere de un entorno o clima de negocios propicio, en el que se puedan impulsar proyectos empresariales. 
  • Defender la competencia. La supresión de barreras de entrada en los sectores menos abiertos y el adecuado cumplimiento de las condiciones de libre competencia reducen los precios de mercado y estimulan la cantidad de bienes y servicios intercambiados. Mientras que el corporativismo de determinadas actividades y las prácticas oligopolísticas inciden negativamente en la generación de empleo.
  • Reducir las rigideces en el mercado de trabajo. Las dos últimas reformas laborales han tratado de orientar la regulación laboral hacia un prisma más liberalizado del habitual. Ahora, el reto es conciliar la necesaria supresión de rigideces con la calidad del empleo generado. La búsqueda de efectivas vías de colaboración público-privadas, la cesión de mayor protagonismo a los profesionales de la intermediación laboral o la introducción de contratos de trabajo más sencillos son algunos de los aspectos que comparten los países europeos con mejores prácticas que convendría emular.

El paro estructural es una de las grandes lacras del mercado laboral en estos momentos.

A partir de estas recetas, Funcas cree que se puede reducir la tasa de paro estructural de la economía española, una de las grandes lacras del mercado laboral en estos momentos. De hecho, este aumento del paro estructural es lo que está haciendo que la recuperación del empleo vaya mucho más lenta que la del PIB.España recuperará ya este año los niveles de renta que había antes de la crisis, pero no tendrá la misma suerte con el empleo. Solo se ha recuperado la mitad de los puestos de trabajo perdidos y la mejora del mercado laboral perderá fuerza en los próximos años. Y son muchos los expertos que alertan de la calidad del empleo que se está creando en la salida de la crisis. 

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