Siemens Gamesa ganó 18 millones en su primer trimestre fiscal (octubre-diciembre de 2018), frente a las pérdidas de 35 millones del mismo periodo de 2017, gracias a un menor impacto fiscal, ya que los costes de reestructuración e integración se duplicaron.
En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía ha informado de unas ventas de 2.262 millones, un 6 % superiores a las de hace un año, y de un beneficio bruto operativo (ebit) de 40 millones, un 13 % superior.
La compañía ha explicado que el beneficio neto incluye el impacto de 32 millones de los costes de integración y reestructuración entre Gamesa y la división eólica de Siemens (un 117 % superiores a los de hace un año) y un gasto financiero neto de 13,6 millones, similar al de hace un año.
El beneficio incluye además un gasto por impuesto de 8 millones, 7 veces menos que los 56 millones del primer trimestre fiscal de 2017 debido al impacto puntual entonces de la reforma fiscal en EEUU.
También ha sido menor (un 20 %) la amortización del PPA (proyectos de compraventa de energía a largo plazo).
Las ventas estuvieron impulsadas por los negocios de energía eólica marina (offshore) y de servicios, mientras que el volumen de ventas de aerogeneradores ha aumentado un 7 %, situándose en 2.129 MWe, gracias a la fuerte contribución del negocio offshore con 609 MWe vendidos, según el comunicado.
Siemens Gamesa ha registrado una entrada de pedidos de 11.500 millones en los últimos doce meses (3 % más), impulsada, sobre todo, por el aumento del 28 % de los pedidos en el negocio onshore (6.800 millones).
En el primer trimestre, la entrada de pedidos ha sido de 2.500 millones, con un sólido desempeño de negocio de aerogeneradores terrestres (1.800 millones, un 7 % más).
La cartera de pedidos asciende así hasta 23.000 millones (un 8 % más), de los que 15.700 millones son pedidos que se materializarán después del ejercicio fiscal 2019.
Según la compañía, las perspectivas del negocio eólico se mantienen sólidas y las instalaciones globales alcanzarán previsiblemente los 72 GW anuales en 2025, lo que supone un crecimiento acumulado del 5 %.