OneToro llegó para cambiar el modelo televisivo taurino de televisión, destronando a Movistar+, histórica empresa ligada al sector desde hace más de 20 años. La apuesta lo tenía todo. La compañía pretendía llegar a miles de fieles de la tauromaquia ofreciendo programación las 24 horas y, sobre todo, adquiriendo todas las grandes ferias en España e internacionales.
Pero un año y medio después, parece condenada a su desaparición. Así lo afirman fuentes consultadas por Vozpópuli. A falta de poco más de un mes para que se cierre el año, One Toro no tiene cerradas las emisiones de San Isidro, las Fallas, San Sebastián, Sevilla o San Fermín. Y, además, las posturas parecen muy lejanas. Hace meses, la OTT mandó un mail a sus clientes indicando que había roto con los promotores por los altos costes que le suponía la emisión de las corridas.
“Las pérdidas acumuladas en menos de dos años superan los 12 millones de euros, haciendo que los inversores privados de esta compañía no estén dispuestos a seguir invirtiendo si no hay un gran acuerdo, que haga viable la continuidad del proyecto”, indicó en un extenso comunicado. Unos números rojos que parecen complicados convertirlos en negros porque las cifras, simple y llanamente, no dan.
Los apenas 60.000 abonados que tenían en su cartera no son suficientes para costear las nóminas, los derechos de televisión y la producción de los espectáculos. “Fue una locura meterse en un proyecto de tal calado y está condenado a desaparecer”, afirman las fuentes consultadas por este periódico.
“Los inversores tienen la sensación de estar subvencionando el sector, ya que después de haber inyectado en año y medio, de forma directa, más de 20 millones de euros en derechos de imagen y más de 7 millones de euros en producción y promoción de la tauromaquia, se encuentran sin el apoyo ni la estricta exclusividad de las imágenes”, sostiene la propia empresa.
Ante la imposibilidad de generar beneficios, OneToro se vio forzado a acometer una ampliación de capital dando entrada a Matías de la Puerta Martín de la Hinojosa, Ignacio de Terry Merelló y el apoderado Luis Garzón Mergelina. La operación se llevó a cabo a través de Alta Stream S. L., empresa que percibe los ingresos por los abonados.
Delicada situación
La delicada situación de One Toro ha generado el desconcierto y la desconfianza de los promotores. Fuentes cercanas a los principales dueños de las plaza de toros aseguran que “es complicado” que One Toro vuelva a pagar lo que pagó la temporada pasada y las negociaciones “serán muy duras” y no garantizan que pueda haber acuerdo.
Otras fuentes consultadas por este periódico apuntan a una “posible liquidación de la OTT puesto que no se garantiza el retorno de la inversión”. Los informantes indican que “aunque lleguen a un acuerdo con las grandes plazas no van a conseguir más abonados y tienen una deuda que pagar. Están en números de liquidación”, apuntan.
Los clientes que querían ver las principales corridas, así como el resto de programación de One Toro TV, tenían que rascarse el bolsillo y tenían que desembolsar unos 150 euros por verlo en un dispositivo y más de 250 en versión multidispositivo. Tras la cancelación de programación, la dirección se comprometió a abonar el dinero de las ferias que se quedaron sin emitir este año, pero lo cierto es que los clientes no han recibido la compensación.
Las bajas en la plantilla también se han dejado notar, tal y como explican fuentes conocedoras de la situación. Desde que comenzara la OTT a operar en España, “las condiciones no han sido seguras y se producían marchas de empleados”, afirman fuentes internas a este periódico.
Denuncia
La Empresa Pagés, empresa que gestiona La Maestranza, comunicó que ha presentado una denuncia recientemente a One Toro por incumplimiento unilateral de contrato al no televisar esta plataforma la pasada Feria de San Miguel, tal y como estaba recogido en el contrato firmado por ambas partes.
La empresa que controla la explotación del ruedo andaluz, cree que ha privado de la retransmisión de estos festejos y ha causado un perjuicio económico a la empresa de la Plaza de Toros de Sevilla, razón por la que ha decidido llevar a la plataforma a los tribunales.
