Las acciones de Twitter se desploman más del 7 % en las operaciones previas a la apertura del mercado estadounidense. En la preapertura de Wall Street, las acciones de Twitter se dejan el 7,09 %, hasta los 34,20 dólares, según datos del mercado.
Unos valores a tener en cuenta justo después de que, el empresario Elon Musk comunicara el pasado viernes al regulador bursátil de Estados Unidos que cancelaba la compra de la red social Twitter. Una operación de 44.000 millones de dólares prevista desde abril, a lo que la tecnológica respondió con la amenaza de una batalla legal para consumarla.
En un documento remitido por los abogados de Musk al departamento legal de Twitter y publicado por la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC, en inglés), el multimillonario canceló unilateralmente la adquisición argumentando que la tecnológica había incumplido sus condiciones del acuerdo.
El fundador de Tesla y SpaceX alegó que la tecnológica hizo declaraciones "falsas y engañosas" en sus negociaciones y que no le ha facilitado una información que considera necesaria para cerrar la transacción y que reclama desde hace dos meses, sobre la prevalencia de cuentas falsas o de spam en la red social.
El hombre más rico del mundo se ha mostrado descontento con la tecnológica en varias ocasiones por esta cuestión "sin resolver" y señaló que el pasado 6 de junio ya había enviado una "advertencia" de cancelación a Twitter y que el "periodo de subsanación" se ha terminado.
Todo el proceso daña más a Twitter
En Estados Unidos no hay demasiados precedentes de casos similares, sobre todo de operaciones con esta envergadura, pero en la mayoría de episodios parecidos se ha forzado a la parte compradora a seguir adelante con el proceso. Sin embargo, aunque un tribunal obligase a Musk a completar la operación, sería complicado forzar al impulsivo empresario a cumplir y todo el proceso podría hacer aún más daño a Twitter.
Así, los analistas ven como lo más probable que las dos partes lleguen a algún tipo de acuerdo, que o bien permita a Musk abandonar la compra pagando una importante compensación (probablemente mayor a la cláusula de ruptura de 1.000 millones de dólares incluida en el contrato y que está sujeta a condiciones) o que rebaje de manera importante el precio de Twitter para que se cierre la transacción.