La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), respaldada por la mayoría de empresas del Ibex 35, ha defendido en un informe publicado esta semana que es necesario subir los impuestos en España, como proponen en sus programas electorales el PSOE y Unidas Podemos, para poder así incrementar los ingresos del país y aumentar el gasto social, al tiempo que se sigue reduciendo el déficit público.
"España se encuentra entre los países de la Unión Europea con menor gasto en sanidad, educación y dependencia, por lo que creemos que la forma adecuada de compensarlo es con un incremento permanente de los ingresos", concluyen los economistas de Fedea José Ignacio Conde-Ruiz, Carmen Marín y Juan Rubio-Ramírez en su documento.
Esta fundación, dirigida por el economista Ángel de la Fuente, está gobernada por un Patronato integrado por representantes de las principales empresas de este país, como Banco Santander, BBVA, Telefónica, ACS, Bankia, CaixaBank, Mapfre, Enagás, Abertis, Corporación Financiera Alba, Banco Sabadell, Iberdrola, Red Eléctrica, así como el Banco de España, Bolsa de Madrid y la Fundación Ramón Areces.
Con este planteamiento, Fedea se muestra claramente partidaria de la propuesta fiscal del PSOE y Unidas Podemos (así como de la de Más País, muy similar a la del partido de Pablo Iglesias), que plantean una subida de impuestos para aumentar la progresividad fiscal y poder financiar un incremento del gasto social, con más fondos para sanidad, educación y dependencia, y medidas como la subida de las pensiones o el sueldo de los funcionarios, entre otras.
El enfoque contrario es el que plantean el PP, Vox y Ciudadanos, que en líneas generales abogan por bajar impuestos a personas y empresas para incentivar el consumo y la inversión, y sin reconocer (a excepción de Vox) que esos descensos de la recaudación implicarán un recorte del gasto público y un presupuesto más austero, ya que defienden que se ingresará por otra vía al reactivarse la economía.
El partido de Santiago Abascal sí reconoce que para bajar impuestos tendrá que recortar el gasto público en 24.000 millones de euros, como recogió Vozpópuli.
Una propuesta de reforma fiscal
Fedea ya se ha mostrado en más ocasiones a favor de un enfoque fiscal keynesiano. En 2016, el mismo autor de este informe que ejerce de subdirector de la fundación, ya defendía que "los ciudadanos deben darse cuenta de que no es posible mantener un país con un fuerte Estado del Bienestar, similar al de la media europea, y al mismo tiempo tener una recaudación publica muy inferior".
"La única salida a la crisis fiscal es continuar con el recorte de los distintos programas del Estado del Bienestar o aumentar los ingresos públicos", apuntaba.
Su propuesta de reforma fiscal para que España mantenga "un sistema de Bienestar con un nivel de generosidad similar al de otros países europeos" (...) consiste principalmente en modificar el IRPF y el Impuesto de Sociedades, eliminando las deducciones, exenciones y beneficios fiscales, y reduciendo los tipos marginales para situarlos en la media de los países desarrollados.
Proponen también crear un tipo único de IVA y situar los Impuestos Especiales y los precios públicos, tasas y concesiones en línea con la media europea, así como añadir un nuevo Impuesto a la riqueza (como propone Unidas Podemos) similar al existente en Francia.
Doble reto: mantener Estado de Bienestar y bajar déficit
Lo que el Estado recaudaría con este último tributo (estiman que un 0,2% del PIB, es decir, unos 2.400 millones de euros al año), se utilizaría para aumentar el mínimo exento de IRPF, bajar los tipos de este impuesto o financiar políticas de gasto que beneficien a las familias con menos recursos.
En conjunto creen que con estas subidas de impuestos y reformas de algunos se podría incrementar la recaudación en 4 puntos porcentuales de PIB, es decir, en 48.000 millones de euros.
Fedea defiende que para poder mantener un Estado de Bienestar en línea con el de otros países de Europa y a la vez reducir el déficit público (que cerró 2018 en el 2,5% del PIB y que el Gobierno espera que baje al 2% en 2019) es necesario incrementar la recaudación. "El déficit estructural no es posible eliminarlo reduciendo el gasto sin desmantelar algunos programas clave de nuestro Estado del Bienestar", advierten.