La compañía eléctrica española ha vuelto a poner sobre la mesa las negociaciones para la venta de sus parques eólicos en Rumanía, según señalan fuentes de mercado. Esta medida, sobre la que ya se ha hablado en el pasado, ha tomado renovados bríos, según las fuentes, después de que el país haya aprobado una orden de emergencia que reduce los incentivos a los productores eólicos.
La compañía ha encontrado un aliciente más para reducir posiciones en activos no estratégicos para reducir su deuda y cumplir su programa de desinversiones.
El mayor del mundo
Iberdrola anunció en 2011 ambiciosos proyectos en Rumanía, que pasaban por la construcción del mayor parque eólico del mundo, algo que requeriría más de 2.000 millones de euros de inversión. Sin embargo, en octubre del pasado año portavoces de la empresa española anunciaron que no podían continuar con sus proyectos eólicos de 2.500 millones de euros debido a la quiebra de su socio rumano, Eolica Dobrogea. Entonces, señalaron su intención de no vender proyectos, a pesar de que algunas publicaciones hablaban de negociaciones previas con la china Sinovel.
En la compañía afirman que no hacen declaraciones a este respecto. Rumanía, por su lado, ha reducido la asignación de ‘certificados verdes’ (cuota de producción fijada que puede ser intercambiable por un certificado comprado a un productor independiente) por megavatio hora a los productores de dos a uno.
La eléctrica ya ha realizado desinversiones por importe de 1.100 millones de euros, con lo que ha cumplido la mitad del objetivo que se marcó en octubre pasado (2.000 millones hasta 2014), con la venta de, entre otros activos, su 20% en el gasoducto Medgaz y de activos renovables en Francia. En cartera todavía está la posible venta de su participación en la portuguesa EdP.
La compañía subió ayer un 0,10% en Bolsa, hasta 3,85 euros por acción. En lo que va de año repunta un 2,55%, con una capitalización de mercado de 23.632 millones.