La reciente llegada de Andrés Manuel López Obrador al Gobierno de México supuso un revés para cuatro de las mayores constructoras españolas. Tras una controvertida consulta popular, el primer presidente de izquierdas en la historia reciente de ese país canceló la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), en el que FCC, Acciona, Sacyr y Aldesa habían conseguido contratos por valor de unos 1.300 millones de euros.
A pesar de que ya se había ejecutado el 30% de la obra, estimada en 12.000 millones de euros, López Obrador mandaba al traste la faraónica y ambiciosa obra aeroportuaria de su antecesor, Enrique Peña Nieto, llevándose por delante los contratos obtenidos por las constructoras españolas.
Con motivo de FITUR, el secretario mexicano de Turismo (equivalente a Ministro en España), Miguel Torruco, ha llegado a Madrid esta semana para trasladar un doble mensaje que ya ha hecho público también López Obrador: el nuevo gobierno mexicano promete cumplir con las compensaciones establecidas en los contratos del NAIM y abre la puerta a “nuevas áreas de oportunidad" e inversión para las empresas españolas.
"Hablaremos del ‘Tren Maya’ y les invitaremos a que vayan y visiten las zonas donde vamos a desarrollar este proyecto, y también otras áreas de oportunidad donde se va a requerir mayor inversión”
“Para el gobierno de López Obrador la inversión privada es fundamental, tener la confianza del sector privado es muy importante”, afirma Torruco en entrevista con Vozpópuli. El secretario de Turismo mexicano se va a reunir el jueves con representantes de las principales empresas españolas para presentarles el proyecto estrella en materia turística de su administración.
Se trata del ‘Tren Maya’, una iniciativa con un presupuesto estimado de entre 6.500 y 8.000 millones euros que constará de 1.500 kilómetros de vías ferroviarias para unir los principales puntos turísticos y arqueológicos del sureste de México, con inicio y llegada en el Aeropuerto Internacional de Cancún. Una iniciativa que saldrá a concurso público “en estos días”, según Torruco, cuya construcción durará cuatro años y con la que el Gobierno mexicano espera atraer más de 3 millones de turistas anuales.
“En esa reunión, en la que van a estar los constructores, hablaremos del ‘Tren Maya’ y les invitaremos a que vayan y visiten las zonas donde vamos a desarrollar este proyecto, y también otras áreas de oportunidad donde se va a requerir mayor inversión extranjera”, asegura Miguel Torruco.
El secretario de Turismo mexicano, no obstante, precisa que las compensaciones por la cancelación del NAIM se realizarán "conforme a derecho" y de forma independiente a la posible participación de las empresas españolas en los nuevos proyectos. "Se van a cumplir todos los contratos".
"Nuevas áreas de oportunidad"
El funcionario mexicano quiere presentar también otros proyectos turísticos y de infraestructuras que el gobierno de López Obrador pretende desarrollar durante su mandato en la costa del Pacífico –Oaxaca, Istmo de Tehuantepec, Nayarit y Baja California--, además de la remodelación del aeropuerto de Toluca, en el centro del país, y la construcción de nuevas pistas y terminales para pasajeros en la base militar de Santa Lucía y en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.
“De todos estos puntos habremos de hablar con los inversionistas españoles para que sigan con su confianza incrementando y mejorando sus negocios en México, y para que sepan que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador les pondrá todas las facilidades”.
Una opción que las constructoras españolas parecen ver con buenos ojos. En entrevista con el diario mexicano El Financiero, el director de Sacyr en México, Enrique Alonso, dejó constancia de su interés por participar en las grandes obras del sexenio de López Obrador. “México es un país prioritario y estratégico para nosotros”.
Según ha podido saber Vozpópuli, un buen número de empresas españolas asistirán al encuentro del próximo jueves para conocer de primera mano los proyectos estrella del Gobierno mexicano. La mayoría de las compañías que se han quedado sin los contratos relacionados con el nuevo aeropuerto de México también consideran que la compensación no debe llegar en forma de otros contratos.
En cualquier caso, todas ellas están pendientes de los planes del Ejecutivo mexicano y están dispuestas tanto a estudiar los diferentes proyectos como a participar si les resultarán interesantes.
Un tren que también necesita hoteles
Además de las vías ferroviarias, el ‘Tren Maya’ requerirá de hoteles y nuevas infraestructuras para potenciar las distintas ciudades y centros turísticos que se van a ver beneficiados por la llegada del ferrocarril. Por eso, durante su estancia de cinco días en España, el secretario de Turismo de México también va a mantener una cena con los propietarios de las quince mayores cadenas hoteleras de nuestro país.
“Con ellos hablaremos sobre muchos puntos donde va a parar el ‘Tren Maya’ y donde se va a requerir de una mayor inversión para seguir creciendo en la oferta hotelera. Calculamos que durante el actual sexenio, entre este y otros proyectos, vamos a construir entre 22.000 y 24.000 nuevas habitaciones de hotel cada año”, señala Miguel Torruco.
Sin embargo, las empresas españolas van a encontrar una dura competencia en el 'Tren Maya'. Fuentes del Gobierno mexicano señalan a Vozpópuli que también hay compañías chinas, canadienses y estadounidenses que han mostrado interés en la licitación.
Empresarios españoles acompañarán a Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realizará una visita oficial a México los días 30 y 31 de enero acompañado por el Ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y la Ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.
Según fuentes consultadas por Vozpópuli, desde ambos ministerios se ha invitado formalmente a empresarios del sector de la construcción y del turismo a formar parte del viaje. Las relaciones entre ambos países pasan por un momento dulce. Pedro Sánchez será el primer mandatario extranjero en visitar a López Obrador desde su toma de posesión el pasado 1 de diciembre, en la que estuvo presente el Rey Felipe VI.
