La Constitución, en su Título I, sanciona la libertad de expresión como derecho fundamental de los ciudadanos. En las democracias más avanzadas, tal derecho se ha consolidado como fundamento esencial de tolerancia, pluralidad y convivencia. Los países que ocupan los primeros lugares en los rankings de calidad democrática son aquellos que en su día decidieron dotar a la libertad de expresión de un alto grado de protección, asumiendo sus instituciones, también los partidos políticos, la misión de bloquear, y en su caso combatir, cualquier maniobra destinada a la restricción de este derecho.
La libertad de expresión es el principal enemigo de los regímenes autoritarios, de ahí que la combatan abiertamente. Con brutalidad o empleando métodos más sutiles, como el control de los cauces por los que se despliega la libertad de opinión y subordinando el derecho a la información a los objetivos de la autocracia. Son por tanto los medios de comunicación, en tanto esenciales vehículos de las inquietudes sociales y denuncia de los abusos de poder, el primer objetivo a controlar por parte de gobiernos y grupos de presión.
Las dictaduras directamente cierran los medios críticos; en las llamadas democracias "defectuosas" no existe tal peligro, pero sus gobernantes, en mayor o menor grado, suelen tener una relación más que conflictiva con la libertad de Prensa. Es el caso de España. Desgraciadamente. En la clasificación mundial de la libertad de Prensa, que publica cada año Reporteros Sin Fronteras (RSF), nuestro país ocupó en 2023 el puesto 36 (el 33 en 2022), por detrás de países como Cabo Verde (33), Namibia (22) o Eslovaquia (17), por citar solo tres ejemplos singulares. El líder es Noruega y a nuestro vecino Portugal RSF lo sitúa en el puesto 9. ¿Cuáles son las causas de que en esta sensible parcela ocupemos un lugar tan decepcionante?
Salvo en contadas excepciones, en estos más de cuarenta años el poder político ha tomado sistemáticamente al asalto los medios públicos, convertidos en botín de guerra y descarada plataforma de propaganda partidista
Desde que tras la muerte de Franco España recuperara la democracia, no ha habido ningún gobierno que haya entendido, ni protegido correctamente, el concepto libertad de Prensa. Muy al contrario, en estos años el poder ha destinado lo mejor de sus esfuerzos a intentar embridar a las empresas periodísticas. Y si durante la Transición tales empeños chocaron con el impulso de nuevos editores y una generación de periodistas que se implicaron, junto a una vitalista sociedad civil, en la consolidación de la democracia, con el paso del tiempo la acción de la política, y de los más activos grupos de presión, ha propiciado el paulatino debilitamiento de los medios, neutralizando en muchos casos la capacidad de estos de ejercer como un verdadero contrapoder.
Salvo en contadas excepciones, en estos más de cuarenta años el poder político ha tomado sistemáticamente al asalto los medios públicos, convertidos en botín de guerra y descarada plataforma de propaganda partidista, mientras buscaba la forma más eficaz de poner a su servicio o debilitar a los privados. Dos señalados ejemplos de estas prácticas iliberales son la toma en 1997 de Antena 3 por el gobierno Aznar, vulnerando la Ley de Televisión Privada, y el apoyo en 2007 de Rodríguez Zapatero a Jaume Roures y su proyecto de crear un grupo anti-Prisa. Al demócrata Zapatero, y a su gabinete de asesores, no les gustaba el poder que seguían atesorando Jesús Polanco y sus muchachos, y tuvieron la brillante idea de abrir la puerta del universo mediático, de par en par, al independentismo catalán.
El pretexto de los ‘pseudomedios’
Sin embargo, nadie hasta ahora había actuado desde el poder con tanto desprecio hacia la libertad de Prensa como el que a diario demuestra el gobierno de Pedro Sánchez. Ejemplos elocuentes de una dinámica profundamente perversa y antidemocrática: 1) El descarado favoritismo con el que premia a los medios afines y el castigo que impone a los críticos, a los que discrimina con desfachatez en las ruedas de prensa de los Consejos de Ministros y excluye a menudo de la comitiva que acompaña al presidente en sus viajes oficiales; 2) El filtro político que aplica a la adjudicación de la publicidad oficial, ordenando a las empresas públicas dejar fuera de muchas campañas a medios no alineados mientras riega con dinero público a los más afines; 3) La práctica, fraudulenta, del presidente del Gobierno consistente en conceder entrevistas solo a los "amigos", salvo cuando aprieta el zapato electoral, y rechazar sistemáticamente la interpelación de los discrepantes.
Nadie hasta ahora había actuado desde el poder con tanto desprecio hacia la libertad de Prensa como el que a diario demuestra el gobierno de Sánchez. El descarado favoritismo con el que premia a los medios afines y el castigo que impone a los críticos
Pero con este Gobierno todo es susceptible de empeorar. Sólo los partidos más indispuestos con la pluralidad informativa se habían atrevido hasta ahora a impedir el acceso a sus actos a periodistas incómodos. O a negarles la posibilidad de hacer preguntas a sus dirigentes. El jueves 11 de enero el PSOE se incorporaba de pleno derecho a ese sector de grupos iliberales anunciando que impedirá el acceso a su sede, y a sus actos, a determinados medios críticos y pidiendo que se retirara a estos las credenciales de acceso al Congreso, Senado y Parlamentos regionales. El comunicado perpetrado en Ferraz (¿o en Moncloa?) pedía también amparo a las asociaciones de periodistas frente a los "continuos ataques e insultos" que, aseguraba el escrito, reciben los socialistas de ciertos "pseudomedios", que por supuesto no citaba.
El que haya presuntos medios promovidos por agitadores profesionales, y que al amparo del fárrago y el amarillismo imperante en las redes sociales han alcanzado cierta notoriedad, u otros que han convertido la coacción en uno de los fundamentos de su éxito, de ningún modo justifica la disparatada reclamación de los socialistas. Una reclamación que rezuma arbitrariedad y despotismo, y que no tiene en cuenta que los partidos no son ni de sus dirigentes ni de sus militantes. Son instituciones de Derecho Público que no están legitimadas para limitar el derecho a la información a aquellos que les critican, por muy molestos que sean. El límite a este derecho es la ley y sólo los tribunales están facultados para aplicarla.
Pero tan decepcionante como la visión que hoy tiene el PSOE de la libertad de Prensa es la reacción de las principales asociaciones profesionales y los medios "afines". Las primeras abrazando una vergonzosa equidistancia que coloca las quejas interesadas de un partido político al mismo nivel que la primera obligación de los medios, que no es otra que controlar al poder (unas asociaciones en franco declive y cuya falta de beligerancia frente a los abusos del poder de turno contribuye al descrédito de la profesión). Los segundos, los medios más alineados con el sanchismo, aplaudiendo con su silencio acrítico la discriminación de los periodistas incómodos y azuzando a esos nuevos Torquemadas que vigilan la pureza ideológica de la información al tiempo que proscriben de sus páginas y sus pantallas a las voces más independientes, como le ha ocurrido a Fernando Savater.
Es simplemente una cortina de humo. Un pretexto. El utilizado por un obsesivo Pedro Sánchez para, como es su costumbre, asaltar por la puerta de atrás la Constitución
La existencia de medios que no merecen tal nombre es únicamente la coartada elegida para activar una burda maniobra destinada a utilizar y ampliar a conveniencia el desacreditador calificativo de "pseudomedios" cada vez que el Gobierno necesite una mayor dosis de auxilio frente a las críticas. Es simplemente una cortina de humo. Un pretexto. El utilizado por un obsesivo Pedro Sánchez para, como es su costumbre, asaltar por la puerta de atrás la Constitución (en este caso el artículo 20), y seguir debilitando a aquellos que no aceptamos la normalización de la manipulación y el engaño como herramientas de gestión política y vamos a seguir denunciando todos sus desmanes.
k. k.
Este artículo es un poco paradójico. En este medio (que pese a todo considero uno de lo más imparciales de los que hay ahora en España) se publican noticias que están claramente escoradas a según qué partido político (y no hace falta quelo mente). No le vería el más mínimo inconveniente si se tratara de columnas de opinión (y en este medio tenemos opiniones de todo el espectro político, cosa que es de aplaudir). Sin embargo, no es el caso, son "noticias" en principio objetivas, pero con las que se intenta "manipular" a los lectores. Esto es el pan nuestro del periodismo en España. Los periódicos son, lisa y llanamente, voceros de ciertos partidos políticos y su objetividad es precaria. Tanto los de izquierdas como los de derechas como los de centro. Y abundo en la misma idea: no espero que una columna de opinión sea objetiva, faltaba más, pero las noticias son noticias: realidades históricas contrastadas. No rumores ni habladurías de Fulano me ha dicho que Mengano decía que Zutano iba a hacer pero no se decidía... (Y cambien Zutano por Espinosa de los Monteros). Así que pónganse manos a la obra. La libertad de prensa es decir lo que uno considera, siempre y cuando no sean burdas mentiras ni manipulaciones. De ahí la necesidad de contratar a periodistas con un cierto grado de ética. Y de eso andan todos ustedes bastante escasos.
Talleyrand
Todo empezo en Cataluña y ya no nos acordamos. El "projecte de pais" de la agenda 2000 pretendia infiltrarse en todos los estamensos politicos y sociales para hacer de la vida comun catalana un bloque. No nos acordamos del "Pacte del Tinell" firmado por los socialistas donde se aislaba al tonto del PP que hacia nada firmaba el Majestic y le daba a Pujol lo que queria? Luego vino el aceleron, colegios de abogados, colegios de periodistas apesebrados, subvenciones a los medios afines y palos a los de la oposicion... y al final el extasis: El famoso editorial unico de toda la prensa catalana. La mayor verguenza de la corrupcion en estaña desde la guerra civil. De aquellos lodos estas inundaciones. Que nadie se queje ahora pues nadie hizo entonces nada. Cataluña era algo lejano y negociable. Los catalanes constitucionalistas una carga y que bien se vive en Madrid! Sanchez esta implementando el Editorial Unico en toda España y esta construyendo su pacto del Tinell con muro y todo. Pretende como hicieron los pujoles dejar fuera de la sociedad a Vox, a los que todavia piensan en el PP y a quien haga falta. Es el partido de "Con Rivera no!" que incluso acusa a C's de no querer formar gobierno con el, mintiendo descaradamente. Un partido totalitario que ha explosionado finalmente olvidando el periodo de Felipe y Guerra para siempre. De la "dictadura del proletariado" de Largo Caballero, al "aislemos al fascismo" de Sanchez Castejon. Solo que ahora no hay fascistas fuera del Psoe y su banda.
Republica-Rojigualda
¡Ay Maripepa de mi vida! ¡No te has enterado que votar al PP es tirar el voto!,
Vibla
Los de vox son votantes que llegaron hastiados de ver un Pp con mayoría absoluta que no cumplió ni una sola de las promesas que hizo en campaña electoral. Bajar impuestos, derogación ley violencia de género, ley memoria histórica, aborto exprés . Usted está encantada de que le mientan diciendo una cosa en campaña y hacer lo contrario cuando gobierna, otras personas son más rigurosas y prefieren votar a quien no le engañe y si lo hacen la primera vez, no le engañaran la segunda
Nafasy
La pataleta la tienen tus jefes peperos que les sienta como un tiro que el voto mas fiel sea el de Vox. Y si fuera como dices, no estarias tu aqui, troll pepero, diciendo chorradas!
Pontevedresa
Este gobierno Frankestein es enemigo de la libertad de expresión, de momento no se atreve a cerrar los que no le son afines, pero hay otra forma de acabar con ellos, y es negarles las sustanciosas subvenciones que sí le dan a los afines. Afortunadamente los periódicos de Internet permiten las opiniones de personas libres sin compromisos políticos, unas serán acertadas y otras no, pero nos permiten saber lo que piensa la gente corriente. Paradigma de medio dedicado a la loa y alabanza de Sánchez está La Sexta, especialmente el programa de Ferreras, donde adoradores de Sánchez como cembrero, Escolar, Cintora, Antonio Maestre, Angélica Rubio son furibundos defensors de los disparates de Sánchez.
Palacheca
Jo no vull el PP ni en pintura. Com he dit aquesta tarda - i m'han censurat - que Santi Abascal comenci a pensar en clau partit i es deixi de sardanxes amb els cretins del PP.
PijoListo
¿ Cómo es posible que la humanidad haya avanzado tanto en tan poco tiempo y que la Inteligencia Artificial nos desborde a pasos agigantados y los votantes españoles, muchísimos, estén todavía en la prehistoria? ¿ Es culpa de la clase politica, de la periodística o va en los genes? Pronto la Inteligencia Artificial nos lo dirá pero ésto que ocurre, hoyr en España no es normal.
Stephen Dedalus
Id preparándoos... sobre todo, si seguís publicando noticias 'fake'.
Hermes
El editorial suena a la desesperada queja de la rana que, sumergida en la olla, empieza a notar que el agua quema. Es justa la queja, pero mucho me temo que llega demasiado tarde.
Johnny-Gin
Pues que se apliquen el cuento Cacho y Rosell, publicando informaciones veraces en este medio, antes creíble, además de impedir que los trolls campen a sus anchas valorando a su antojo los comentarios que no gustan al sistema, pero sin aportar ningún argumento. ¿Serán capaces de predicar con el ejemplo?
JaimeRuiz
La libertad de prensa es que El País pueda despedir a Savater (como decía Marx que había libertad de prensa si uno podía tener un periódico), si algún medio estuviera obligado a publicar lo que sus columnistas quieran, no habría libertad de prensa. Es comprensible que el asunto se quiera aprovechar para dar relieve al filósofo y a su libro y golpear al infame gobierno y a sus infames medios, pero el despido de Savater era algo inevitable y normal, no veo a ningún medio publicando artículos que lo descalifican. Esa mención anima a la lectura del editorial, en los demás puntos acertado, pero no debería haber dudas sobre eso, un periódico publica lo que sus dueños consideren conveniente. Censurar a quienes obran contra el interés del dueño es lo lógico en cualquier empresa.