Este martes, el director de relaciones con los inversores (IR) de Abertis, Steven Fernández, famoso entre los gestores por su apabullante conocimiento del mercado y, según dicen los que despachan con él, por lo mucho que le cuesta sostener una conversación en español sin que se le cruce el chip y salte al inglés, enviaba un contrito mail a sus inversores diciendo que suspendían el Investor Day del mes que viene en Brasil, a pesar de que en alguna conference call de abril el propio IR decía “I would like to remind you that Abertis will be hosting an Investor Day in Rio de Janeiro July 8 and 9. Demand for the event is proving to be very high, so if you haven't already done so, we would encourage you to RSVP as soon as possible”.
Pero este martes era otra cosa. En un correo con todas las alertas posibles, el IR avisaba de que “over the past two weeks, an increasing number of you have voiced concerns about the ongoing social movements in Brazil. In light of these growing concerns, and with a view of making the most of the Investor Day program which combines both presentations and activities within the city of Rio de Janeiro, we have taken the decision to postpone the Abertis Investor Day until 9 and 10 September 2013. This decision has not been taken lightly”.
Una pena pero, aunque a los inversores les gusta el cachondeo (las famosas activities), sustos los justitos. Entre los disturbios sociales y los turbios encuentros que ha sufrido algún miembro de la Selección Española de fútbol, parece que se han enfriado los ánimos por ir al país de la samba. Y debe ser una pena, porque en Rio seguro que hay mucha activity que disfrutar.
Práctica habitual
En el pasado, han tenido lugar algunos eventos con inversores de verdadero lujo asiático. Famosos eran los encuentros de 'telecos' organizados por Santander en Cascais, en los hoteles Le Meridien o en el Pena Longa, a tó confor. Hoteles pagados, viajes sólo a veces. Golf, playa, barra libre… Decían los gestores que aun más interesante que escuchar a los primeros ejecutivos de las empresas de 'telecos' o del Santander en sus speeches era oír en el green o en el bar (con algún pelotazo encima, mejor, que hablaban más) a alguno de los gestores estrella, diciendo si compraban o si vendían tal compañía.
Luego, por cuestiones presupuestarias (y logísticas, ojo) el evento de Santander se ha ido acercando: Marbella, Toledo y hace dos semanas se celebró en Madrid, en el Hesperia. Eso sí, con cena en el Ramsés, aunque eso a los managers españoles ya les dice poca cosa.
Todavía queda para el recuerdo el primer Investor Day de Telefónica, en 2001, también en Rio de Janeiro. El panel de conferencias era muy serio, pero la compañía había reservado el sambódromo, donde ejecutivos e inversores disfrutaron de lo lindo en pantalón corto y blusa hawaiana, con el mismísimo Fernando Abril-Martorell formando parte de un desfile en un acontecimiento que la cúpula de la operadora recuerda y recordará por los siglos de los siglos. Eso era en los primeros tiempos de Alierta y luego la historia demostró que la cotización subía con estos saraos. Claro que para fiestas cachondas, las celebradas en la etapa de Juan Villalonga. Pero esa es otra historia.