El escándalo Dívar obligó al Consejo General del Poder Judicial a hacerse un lavado de cara con la aprobación de una serie de medidas de austeridad que pretendían poner coto a los aparentes desmanes que se habían estado produciendo durante años. De este modo, en un acuerdo alcanzado el pasado mes de junio, se reglamentó que los vocales debían viajar (¡¡horror!!) en clase turista tanto en aquellos vuelos o trayectos de tren que no superaran las tres horas de duración.
Todos ellos asumieron este gran “sacrificio” con un encomiable sentido de servicio a la Patria, abnegados ellos, pero a este Buscón le han llegado quejas más que justificadas sobre los agravios comparativos a los que se ven sometidos. La cuestión que ponen sobre la mesa es que ellos tienen el mismo nivel que los secretarios de Estado, pero éstos, felones ellos, siguen viajando en clase Business o Preferente, disfrutando gratis de periódicos, desayunos y toallitas tibias con que limpiarse las manos. No es la primera vez que unos y otros coinciden en aviones y trenes, por lo que el escarnio es aún mayor.
Es por eso que los vocales del CGPJ exigen el mismo trato para todos, esto es, que los secretarios de Estado viajen con el vulgo, faltaría más. La idea no nos parece mala. Estamos con los magistrados. Que cunda el ejemplo.
