Se han agotado las entradas en el Foro Económico de Davos. Es lo normal en tan selecta reunión donde, por cierto, está anunciada la presencia de la alcaldesa de Madrid. Ana Botella intervendrá hoy mismo y mañana en sendas mesas redondas, una sobre empleo y otra sobre urbanismo y, al tiempo, aprovechará su presencia en ese cónclave mundial de expertos y financieros para promocionar la plaza de Madrid como destino de inversiones y centro de negocios.
También asiste el ministro de Industria, José Manuel Soria, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, suspendió a última hora su presencia en la cumbre habida cuenta lo apretado de su agenda, con pleno en el Congreso, Consejo de Ministros y Convención del PP de Cataluña en esta misma semana. El ministro de Economía, Luis de Guindos, tampoco ha podido acudir al encuentro. Y para allá que se fueron Soria y Botella.
Los bromistas municipales comentaban ayer, con cierta maldad, la posibilidad de que Botella se exprese en inglés durante sus intervenciones. ¿Habrá otro "relaxing cup of café con leche" en la ciudad suiza al igual que la hubo en Buenos Aires, donde nació la anécdota?
Lo tradicional en los ponentes de Davos es que lo hagan en inglés, ya que se trata de un encuentro internacional y de perfil netamente económico. La alcaldesa de Madrid se maneja con cierta soltura en ese idioma, pero su presentación de la candidatura olímpica en tierras argentinas, con un discurso algo sobreactuado en el que se incluyó la famosa frase del café con leche, le granjeó algunas críticas y notables chanzas. Totalmente injustas. Hoy lo podremos corroborar. Uno con leche, please.
