España, que aunque le pese a algunos es muy taurina, tiene la expresión "el niño apunta maneras" para definir cuando alguien, desde pequeño, empieza a destacar en lo que puede ser su futuro tanto personal como profesional. Le cuenta a este Buscón un excompañero de estudios de Luis Bárcenas que el extesorero del PP ya en la Universidad gustaba de manejar el dinero de otros. Y no precisamente bien.
Este E 3 de Icade, universidad católica de prestigio, cuenta casi con humor cómo los compañeros de clase de Luis, el cabrón, confiaron en él un bote común, pues la intención de los muchachos era realizar el viaje fin de carrera a alguno de los destinos paradisiacos que tanto gustaban a Bárcenas antes de ser encarcelado. Tocaron a 'x' miles de pesetas cada uno y fue Luis Bárcenas el encargado de recoger esos fondos.
Cuál fue la sorpresa cuando por problemas que mi fuente no recuerda con claridad, el viaje se suspendió dejando colgados de la brocha a muchos. Y lo decimos literalmente pues bastantes alumnos de esta prestigiosa Universidad de Comillas habían ya abonado el importe del viaje y nada se supo de la devolución. Bárcenas se quedó con el dinero de sus compis y en ese momento establecen los amigos del Buscón el inicio de la mítica leyenda del extesorero del PP.
Probablemente, sus compañeros de facultad no se imaginaban que, ése al que ya le gustaba ejercer de tesorero y custodiar los dineros ajenos, acabaría entre rejas después de poner al partido del Gobierno patas arriba y escandalizar al país. ¿O sí?