La ‘marca España’, un invento para intentar vender país en tiempos de crisis, ha tenido unos efectos un tanto difusos que nadie, por el momento, ha podido determinar exactamente. O “monetizar”, como dicen los muchos que emplean erróneamente este palabro como sinónimo de ‘hacer rentable’. Pero lo que sí han sido palpables en estos últimos tiempos han sido algunas meteduras de pata, se entiende que con la mejor de las voluntades pero con el peor de los aciertos, que no han dejado precisamente en buen lugar el nombre de España.
El último ejemplo ha sido una presentación de ‘marca España’ elaborada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Bajo el título “Empresa españolas construyen el mundo”, el documento recoge un resumen de las principales obras de infraestructuras que han sido encomendadas a empresas patrias en los últimos años, con los principales datos económicos de los contratos y una fotografía del proyecto. Entre ellos se incluyen el AVE La Meca-Medina, el metro de Riad, el Canal de Panamá, el metro de Lima, etc.
Un trabajo teóricamente ideal para figurar en el maletín de cualquiera que quiera vender país de forma ágil y directa: apenas 28 páginas, a todo color, que se consulta de forma rápida… El matiz de “teóricamente” se explica por el contenido de la página 22 del documento. En ella aparece la alusión al denominado Túnel SR 99, una vía subterránea de circunvalación en Seattle que está llevando a cabo ACS, a través de su filial de construcción Dragados. La fotografía que ilustra el proyecto es de Bertha, la mayor tuneladora del mundo, con 17 metros de diámetro, y que está siendo empleada por la compañía para efectuar la obra.
Pero para escribir con propiedad, la frase correcta sería “que empezó a ser empleada por la compañía”. Porque hace casi un año que Bertha está parada por una avería para la que no ha sido aún encontrada una solución. Y hace ya unos meses que las autoridades de Seattle no tienen precisamente la mejor impresión de España debido a los retrasos que la avería de Bertha está ocasionando a una obra valorada en más de 1.500 millones de euros y considerada como emblemática en todo el estado de Washington.
Aunque el sector de infraestructuras es uno de los que permiten a España sacar pecho en el exterior, no es precisamente este proyecto la mejor carta de presentación del país, toda vez que los tribunales conocen del caso más que los ciudadanos de aquella ciudad estadounidense que, por el momento, sólo pueden contemplar una imponente obra incapaz de avanzar.
Puestos a hacernos famosos, seguramente habrá formas más eficaces de hacerlo. Pero si no se pone un mínimo de cuidado, el concepto ‘marca España’ va a seguir siendo empleado, como hasta ahora, de manera irónica, esto es, para ilustrar toda chapuza con tinte patrio que se lleve a cabo allende nuestras fronteras. De Carlos Espinosa de los Monteros y su equipo dependerá…
