La locura por el fútbol ha revolucionado el mercado de las entradas. Ahora es difícil encontrar los clásicos reventas cerca de las taquillas, donde la Policía hace sus redadas. Internet y los teléfonos móviles son la clave del negocio. Con las entradas muy controladas, los reventas no pueden comprar grandes cantidades tras las últimas campañas de vigilancia del Real Madrid. Sólo queda la 'cesión' de los abonos de los socios que prefieren vender la localidad y amortizar con lo que sacan por un partido el costo de media temporada.
En el partido que enfrentó al Real Madrid y al Schalke 04 este martes decenas de jóvenes repartían octavillas en las que se ofrecía la cesión de abonos para el Madrid-Barcelona del domingo. El Real Madrid le ofrece al socio que no quiere ir a ese partido comprar su entrada por el 35% de su valor y se lo descuenta del abono del año próximo. No paga al contado. El club se queda el 65% y le paga (descuenta) dentro de 6 meses el 35% al socio para cuando compre el abono del 2015.
Los que 'compran' la entrada del abono en el canal por el móvil pagaban el martes por dos entradas del cuarto anfiteatro hasta 450 euros, cuando estas localidades valen 160. Otro 'empresario' ofrecía 250 por las dos y un tercero 200 por las localidades. Una de ellas se anuncia como "Empresa de eventos a nivel nacional compra cesión de abonos para el R. Madrid-Barcelona". Se comprometen a pago en efectivo, devolución en 48 horas del abono e ir a buscarlo a tu casa. Otro de ellos prefiere publicitarse como "máxima seriedad" y se autocalifica como "agencia de eventos". El tercero tiene como reclamo "pago en el acto".
-¿Y compra usted y vende muchos?
-Cientos. Los coloco todos. Usted está contento porque recupera la mitad de la inversión del abono. El cliente satisfecho porque puede ver un partido para el que no hay entradas. Y yo estoy encantado porque me gano un dinero. Todos contentos.
