"Al Gobierno hay que darle de vez en cuando en el tobillo para que nos respete". Esta frase lapidaria y amenazante se ha escuchado estos días en las conversaciones mantenidas por los mandamases del grupo Vocento, muy agitados en las últimas horas. Uno de los capos que acaban de lograr mando en plaza comentaba esta particular visión de la postura editorial que debe adoptar el conglomerado que edita una quincena de periódicos. Y este Buscón travieso andaba sentado no muy lejos, en el sitio perfecto para escuchar estos símiles futbolísticos tan propicios en estos días en que toda España mira en la tele los partidos de Champions.
No consta si el conocido empresario de medios que apuesta por las patadas en el tobillo de Rajoy es seguidor de Pepe, ese magnífico central del Real Madrid que de vez en cuando pierde los estribos, quizás para que le respeten, quizás para que le teman. Pero estos comentarios, más propios de una tasca que de un consejo de administración, apuntan a posibles cambios en la posición que adoptará el grupo respecto al Gobierno. Mucho se ha acusado a Vocento de estar demasiado cerca del Ejecutivo del PP. Quizás ahora, cuando soplan nuevos tiempos en el holding de periódicos, haya cambios significativos...
Bien mirado, a este Buscón le encantaría que ABC, El Correo y otros diarios del grupo asestarán alguna patadita en los tobillos o las rodillas del Gobierno, dada la clamorosa ausencia de periódicos impresos que ejerzan su función de fiscalizar y denunciar los desmanes o errores de los gobernantes. Pero, eso sí, que sean faltas justificadas. O sea, está muy bien el juego duro, pero no es recomendable el juego sucio o violento, que también se dan entre las bambalinas mediáticas de esta España huérfana de referentes.
No obstante, quizás lo de las patadas en los tobillos sea solo una exageración de quien utilizaba estas palabras. Sobre todo porque tampoco es muy creíble que los Urrutia, los Bergareche o Jaime Castellanos, que atesoran el poder del grupo vasco, vayan a ponerse ahora a sacudirle la badana al Gobierno. Más bien parece que pueda haber en marcha alguna de esas operaciones de Poder, con mayúsculas, que algunos tejen desde sus medios para hacer negocio. Habrá que esperar acontecimientos. Pero deseando, por supuesto, que nadie resulte lesionado.
