El Liberal - Economía

Cataluña pierde el liderazgo del PIB nacional frente a Madrid

El PIB de la Comunidad de Madrid supero al de Cataluña en 118 millones al finalizar el tercer trimestre de 2019. Según informaba El Economista la cifra total, según contabilidad

  • Evolución semestral del flujo migratorio en Madrid y Cataluña

El PIB de la Comunidad de Madrid supero al de Cataluña en 118 millones al finalizar el tercer trimestre de 2019. Según informaba El Economista la cifra total, según contabilidad nacional, generada por Madrid fue de 234.881 millones de euros frente a los 234.763 millones de las cuatro provincias catalanas. Ambas comunidades suman el 38% del PIB nacional repartido al 50% casi de forma milimétrica. 

Al finalizar el segundo semestre del presente año Cataluña aún lideraba la economía nacional con un 19,14% del PIB frente al 19,03% del total que acumulaba Madrid. El dato interanual entre el tercer trimestre del 2018 y el tercer trimestre del 2019 indica que la Comunidad de Madrid ha crecido un punto más que Cataluña, el 2,8% de Madrid frente al 1,8% de crecimiento del PIB catalán. Este diferencial en el último año a favor de Madrid explica que la capital haya superado a Cataluña.

No es la primera vez en este siglo que Madrid adelanta a Cataluña, ya sucedió en plena crisis, en 2013, pero en aquel entonces fue algo coyuntural debido a la caída de la industria, base tradicional de la economía catalana.
Ahora la situación es diferente, desde 2017, tras las dos declaraciones fallidas de la independencia la economía catalana crece por debajo de la media nacional mientras Madrid lo hace por encima de dicha media. Las tendencias son claras y, ya sea en un marco de detracción de la economía, como el actual, o de recuperación del crecimiento, a partir de 2021, los expertos auguran que la brecha económica entre Madrid y Cataluña se agrandará.        

Si bien estamos frente a un proceso que se acelero a raíz de los sucesos políticos provocados por la declaración de la independencia en otoño de 2017 el acercamiento entre magnitudes económicas de Madrid y Cataluña es un proceso que viene de largo. En los años 80 del siglo pasado el PIB catalán per capita era un 6% superior al de Madrid, actualmente el madrileño supera al catalán en 13 puntos.

BBVA Research prevé un crecimiento para Cataluña del 1,8% y del 1,6% del PIB para 2019 y 2020 frente al 2,6% y el 2,2% para la Comunidad de Madrid. Un diferencial de crecimiento de 0,8 y 0,6 puntos que hará tomar distancia a la economía de Madrid en relación a la catalana. Además el crecimiento es desigual. Si bien, según BBVA en la actualidad la Comunidad de Madrid ha superado en su conjunto el PIB previo a la crisis de 2008 en Cataluña el área metropolitana de Barcelona y la conurbación de Girona están 3 puntos por encima del PIB de ese momento pero el resto de Cataluña sigue cinco puntos por debajo de su riqueza en 2008.    

Las consecuencias no son solo de índole estadístico, el menor crecimiento afecta a la creación de empleo donde Cataluña muestra un comportamiento más plano que el de Madrid. El paro el último año ha caído en Cataluña un 1,4% contra el 2,3% a nivel nacional. Para el periodo comprendido entre finales del ’18 a finales del ’20 BBVA augura mayor crecimiento de empleo en la Comunidad de Madrid que en Cataluña en 13.000 empleos netos teniendo la capital más de dos millones de habitantes menos. 

Razones no solo atribuibles al Procés  

Si bien las razones del declive económico de Cataluña pueden imputarse en gran medida a los efectos del proceso político impulsado por el independentismo no son exclusivos de dicho proceso. Sin duda los acuerdos del Parlament de Cataluña en el pasado reciente y actuales apoyando la desobediencia civil, pidiendo desoír a los tribunales y alentando a la revolución tienen un efecto disuasorio de la inversión extranjera, que se ha desplomado en Cataluña hasta suponer solo el 6% del total de inversión captada por España frente al 85% de la comunidad de Madrid, o lo que es lo mismo 39.900 millones de € frente a 2968€ en 2018.

No hay duda que la inseguridad jurídica tiene un coste en crecimiento y empleo. Pero además las políticas propias de la Generalitat han supuesto también un freno para competitividad de la economía catalana. Cataluña tiene la fiscalidad propia más elevada de España con un tope del IPRF del 48%, eso es un freno para la atracción de talento, el think tank Civismo calcula que Cataluña tiene el día de liberación fiscal más tardío de España situado el 5 de julio.  La política de presupuestaria y de gasto de la Generalitat ha llevado a que esta administración acumule 2 de 3 € de deuda autonómica a nivel nacional, siendo la administración catalana la mayor receptora de recursos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) con más de 73.000 millones de €, la mitad de ellos a tipo de interés 0. La siguiente comunidad receptora, la Valenciana, está más de un 50% por debajo. Esta gestión presupuestaria ha dejado a Cataluña sin margen de inversión en obra pública y otros servicios esenciales para el desarrollo de su economía.  

El cóctel de políticas lesivas para la economía basadas en alta fiscalidad, ultra regulación, parálisis administrativa, incertidumbre política, tensión territorial y riesgo de conflicto civil ha llevado a la salida de Cataluña de miles de empresas desde 2017, el saldo entre salidas y entradas a 30 de octubre de 2019 es de 4800 frente a un ganancia de 2467 en la Comunidad de Madrid dato que junto a la salida de 37500 millones de € en depósitos desde 2017, de los que solo han vuelto a Cataluña el 50%, contribuyen a explicar la perdida de la pole position de Cataluña en el pódium económico de España.  

La crisis política ha tenido también efectos en las migraciones internas en España. Si Cataluña había sido la gran receptora de gente venida de toda España esta tendencia se ha invertido, Cataluña recibe un 28% menos de gente procedente de otras Comunidades Autónomas que en 2005 e incluso los aragoneses que tradicionalmente habían apostado por hacerse una vida profesional y personal en Cataluña ahora optan en mayor medida por Madrid. El menor dinamismo demográfico es otro de los datos que apuntan a que la perdida del liderazgo económico catalán no es una circunstancia puntual sino un tendencia difícilmente reversible. 

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