La V asamblea general de Ciudadanos llega en un buen momento para la formación naranja. Después del desplome electoral y de las tensiones generadas por el agrio debate precongresual entre oficialistas y críticos, la crisis sanitaria del coronavirus ha hecho emerger de nuevo la figura de Inés Arrimadas. Al tender su mano a Pedro Sánchez para ayudarle a atajar la pandemia del Covid-19, la nueva presidenta de Cs se ha erigido en un símbolo de la centralidad, que nunca debió perder el partido, y de la unidad. Y los suyos piensan que tras el congreso el liderazgo de Arrimadas cotizará al alza.
Una vez enterrada el hacha de guerra entre partidarios del vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea (estandarte de la democratización de las estructuras del partido), y el sector oficialista capitaneado por la propia Arrimadas, los compromisarios de Ciudadanos han iniciado este jueves el primer congreso político completamente telemático de la historia de la democracia española, al que se ha bautizado internamente como el congreso “de la unidad”, un adjetivo compartido en las redes sociales por el mismísimo Igea.
El hasta ahora secretario de organización de Cs en Cataluña y jefe de la oposición en el Parlament, Carlos Carrizosa, está convencido de que el congreso telemático va a poner de manifiesto “la unión interna que hay en el partido”, y que por lo tanto la formación naranja “va a salir reforzada” políticamente, cuando el domingo concluya el debate sobre las ponencias de estatutos y de estrategia.
Transacción de las enmiendas
Fruto de este acercamiento -y aunque los oficialistas ostentan una aplastante mayoría en la asamblea- la práctica totalidad de las enmiendas individuales presentadas hasta ahora a las dos ponencias “se están pactando, se están transaccionando” ha asegurado Carrizosa, lo que hace pensar que el texto definitivo “tendrá un respaldo mayoritario”, ha vaticinado el secretario de organización de Cataluña.
No correrá la misma suerte la enmienda a la totalidad que plantean los partidarios del vicepresidente de Castilla y León. Sus tesis no cuentan con el respaldo suficiente, pero eso no ha hecho que sus promotores la retiren. “Vamos a defender nuestra enmienda porque pensamos que es la mejor manera de defender la unidad del partido”, ha explicado el propio Igea, quien también ha dejado claro que ahora “lo importante es el partido y, por encima del partido, el país”.
Pero por encima de todo, la gran beneficiada de la unidad de los naranjas va a acabar siendo Arrimadas, porque “saldrá definitivamente reforzada delante de militancia”. Y no solo eso. Su incipiente liderazgo, que sea una mujer enérgica y su juventud la pueden convertir en un icono en la nueva normalidad que propugna Sánchez. “Este puede ser el momento de Inés y tiene que aprovechar la oportunidad”, señalan desde su partido.