Hoy en día, todo el mundo habla de innovar y cómo ser creativo, transformando ideas rompedoras en productos o servicios. Pero la innovación está “idealizada”, tal y como ha asegurado Ferran Adrià, durante la ponencia ¿Cómo innovar para que los nuevos emprendedores comprendan la importancia de la gestión?, incluida en la agenda de actividades del Tech Spirit Barcelona. No deja de ser llamativo que el creador y promotor de algunas de las técnicas culinarias más rupturistas de nuestra gastronomía, como las esferificaciones a base de alginato o el uso de nitrógeno líquido y la posterior cocción en frío (sólido por fuera y líquido por dentro), desmitifique, de manera tan rotunda, la exigencia de innovar para seguir siendo competitivos. Al menos en el 99% de las empresas, especialmente las pymes.
En su lugar, Adrià recomienda arriesgar y ser receptivo a los cambios que puedan surgir, reservando los recursos que, en principio, se hubieran destinado a innovar. Un consejo que va más allá del que daría un chef prestigioso, ya que tiene mucho que ver con la gestión y el manejo empresarial. En efecto, si no se consumen recursos, se garantiza la supervivencia de pequeñas compañías, más vulnerables a los vaivenes del mercado.
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